- «Los grupos de autodefensa nacen a partir de los derechos eliminados, el derecho a la vida, a la libre manifestación, a la cultura»: Red Universitaria de Derechos Humanos
Por Alizbeth Mercado (@alizbeat)
Distrito Federal, 21/02/13, (N22).- “Representa el ejemplo de defender al pueblo desde el pueblo mismo. Es un mensaje muy claro que apunta a la responsabilidad del Estado mexicano, de garantizar el derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas y el derecho a la seguridad. Es decir, se trata de un símbolo no violento que dispara paz y acusa las complicidades de un estado delincuente”, declaró Adrián Ramírez López, presidente de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos.
Las policías comunitarias o grupos de autodefensa han tenido en los últimos días visibilidad mediática y provocado dudas entre la opinión pública. Elsa González, coordinadora de la Red Universitaria de Derechos Humanos, explicó para Agencia N22, que pensar a las autodefensas como riesgo para los derechos humanos es contradictorio porque “los grupos de autodefensa nacen a partir de los derechos eliminados, el derecho a la vida, a la libre manifestación, a la cultura, a la preservación del medio ambiente. Nacen por la incapacidad del estado para brindar soluciones reales, desde el 2000 para acá, hay un incremento a la violencia, entonces en este sentido las policías se están organizando”.
Los grupos surgieron desde hace nueve o diez años, porque “hay una conciencia de la sociedad de la necesidad de hacer el trabajo que le corresponde al Estado, entonces ellos suplen de manera autónoma esta actividad, detiene la violencia, asaltos, abusos, asesinatos en sus comunidades, mientras más ejército está desfilando en los estados, parece que más gente de las comunidades se organiza, porque la solución para la seguridad del país no es sacar a la calle al ejército”, agregó.
El riesgo de crear paramilitares
Durante el año pasado, en el municipio de Cherán en Michoacán, comuneros se manifestaron en contra de la tala clandestina de bosques. Este hecho evidenció a las defensas y la precariedad del estado para garantizar seguridad.
El titular del Consejo Estatal de Seguridad Pública de Michoacán, Armando Ballinas Mayés, declaró para el diario La Jornada Michoacán, que es urgente regular a estos grupos para evitar que el fenómeno crezca y se salga de control.
Asimismo, estimó que en cinco meses los policías comunitarios trabajarán en conjunto con los agentes de seguridad e incluso con militares, para que “se ajusten a la ley y actúen dentro de la norma”.
Para Ramírez, unir esfuerzos entre la policía y las autodefensas, podría significar el riesgo de que las policías se conviertan en una especie de paramilitares, a través de la dotación de armas.
“No podemos diluir la responsabilidad del Estado mexicano, y repito, ésta es una acción política y social, pero es obvio que eso nos podría llevar a una confrontación”.
Por otro lado, abundó Elsa, “este proceso se desarrolla dentro de un estado de excepción, es decir, el estado no cumple sus funciones, los estados del norte están incapacitados y el crimen organizado actúa, la policía tiene el narco infiltrado y esto nos lleva al estado de excepción y no da resultados, al contrario, agudiza la inseguridad. Al final se ve reflejada en la falta de educación, en la falta de cultura y trabajo y derechos, incluso en desplazamientos forzados de comunidades enteras por esta situación”.
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