- Tito legó a las humanidades la sátira y la ironía presentes en su literatura: Javier Perucho
Distrito Federal, 07/02/13, (N22).-
“Monterroso se ha convertido
en el paradigma de la escritura dentro de las generaciones, tan es así que hay
varios libros dispersos que llevan como título, emblema o ícono el dinosaurio
de Monterroso, por ejemplo, uno de mis libros se llama Dinosaurios de papel. Hace alusión a su magnífico microrrelato, también a su forma
de escritura, a su brevedad, a la perennidad de la obra que nos ha legado”,
comentó el escritor e investigador Javier Perucho.
en el paradigma de la escritura dentro de las generaciones, tan es así que hay
varios libros dispersos que llevan como título, emblema o ícono el dinosaurio
de Monterroso, por ejemplo, uno de mis libros se llama Dinosaurios de papel. Hace alusión a su magnífico microrrelato, también a su forma
de escritura, a su brevedad, a la perennidad de la obra que nos ha legado”,
comentó el escritor e investigador Javier Perucho.
A diez años de la partida de
Tito (como le decían a Agusto Monterroso), para el ensayista
y escritor Javier Perucho, podemos constatar que Monterroso sigue presente en
la nueva formación de escritores y en el gusto de los lectores. “Es muy
importante señalar que dada a su extrema brevedad, sus fábulas o cuentos, es
muy fácil que los jóvenes lectores se acerquen y puedan leer, comprender,
divertirse, con sus creaciones narrativas».
Tito (como le decían a Agusto Monterroso), para el ensayista
y escritor Javier Perucho, podemos constatar que Monterroso sigue presente en
la nueva formación de escritores y en el gusto de los lectores. “Es muy
importante señalar que dada a su extrema brevedad, sus fábulas o cuentos, es
muy fácil que los jóvenes lectores se acerquen y puedan leer, comprender,
divertirse, con sus creaciones narrativas».
“Cuando
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, es el relato breve que convirtió a Augusto
en referente para los interesados en las ficciones breves. Su obra no se
detuvo ahí. Es autor de La oveja negra y demás fábulas, La
palabra mágica, La letra e, Lo demás es silencio y La vaca. Tito Monterroso “tiene una vigencia en el
canon de la literatura mexicana del siglo pasado”, agregó Perucho.
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, es el relato breve que convirtió a Augusto
en referente para los interesados en las ficciones breves. Su obra no se
detuvo ahí. Es autor de La oveja negra y demás fábulas, La
palabra mágica, La letra e, Lo demás es silencio y La vaca. Tito Monterroso “tiene una vigencia en el
canon de la literatura mexicana del siglo pasado”, agregó Perucho.
Fue un hombre multinacional
e itinerante, nació en 1921 en Tegucigalpa,
Honduras. Se consideró guatemalteco, pero por motivos políticos llegó a México en 1944. Tuvo cierto espacio de
exilio en Chile cobijado por Pablo Neruda, como se atestigua en el documental Monterroso en su jardín.
e itinerante, nació en 1921 en Tegucigalpa,
Honduras. Se consideró guatemalteco, pero por motivos políticos llegó a México en 1944. Tuvo cierto espacio de
exilio en Chile cobijado por Pablo Neruda, como se atestigua en el documental Monterroso en su jardín.
“Muchos escritores
encontraron a México como el espacio para trabajar y ser socialmente útiles
para el país que los adoptó, Monterroso aquí hizo su trabajo, su labor y
encontró el amor. Casi todos sus libros están publicados en México”, añadió
Javier.
encontraron a México como el espacio para trabajar y ser socialmente útiles
para el país que los adoptó, Monterroso aquí hizo su trabajo, su labor y
encontró el amor. Casi todos sus libros están publicados en México”, añadió
Javier.
El
adalid de la minificción
adalid de la minificción
En opinión de Perucho,
Monterroso encontró en este nuevo género una forma idónea de expresión
como lo encontró Max Aub y Juan José Arreola, que también tienen sus brevedades.
Fue un gran impulsor de la minificción, naturalmente Monterroso es el que más ha trascendido en el
marco de nuestro país, para convertirse en un icono y en el adalid de este género. Muchas generaciones que han encontrado una forma de expresión en internet, contemplan
a Monterroso, más allá del dinosaurio, como el paradigma de su escritura.
Monterroso encontró en este nuevo género una forma idónea de expresión
como lo encontró Max Aub y Juan José Arreola, que también tienen sus brevedades.
Fue un gran impulsor de la minificción, naturalmente Monterroso es el que más ha trascendido en el
marco de nuestro país, para convertirse en un icono y en el adalid de este género. Muchas generaciones que han encontrado una forma de expresión en internet, contemplan
a Monterroso, más allá del dinosaurio, como el paradigma de su escritura.
-En
este momento de boom de la minificción y la tuiteratura, ¿Monterroso habría
tuiteado?
-Especularé, quiero pensar, -considerando que el dinosaurio tiene nueve palabras- que la minificción trata la exigencia mínima de caracteres que solicita el espacio electrónico de Twitter. Él hubiera podido aprender a
usar estos medios, naturalmente creo que tendría su página de Facebook y se deleitaría
con las formas de expresión que se han cobijado en estos soportes electrónicos.
El dinosaurio sigue
presente, “así como los tremendos valores de la concisión, la brevedad, la
escritura en su quinatescencia, el anclaje que debe tener un libro en el lector,
es importante señalar que Monterroso tiene en consideración a su lector”,
abundó.
presente, “así como los tremendos valores de la concisión, la brevedad, la
escritura en su quinatescencia, el anclaje que debe tener un libro en el lector,
es importante señalar que Monterroso tiene en consideración a su lector”,
abundó.
Perucho es estudioso de los
microcuetos, sus libros Yo no
canto, Ulises, cuento. La sirena en el microrrelato mexicano y El cuento jíbaro, examinan este
género. Para él, Monterroso dejó a la ficción “la renovación de un género que es el bestiario, y a sus cuentos y a la literatura dejó su sátira,
ironía, la forma que ponderó la condición humana en cada uno de sus textos,
creo yo que en estos momentos en que las humanidades tienen cierto declive,
esos son valores imponderables”.
microcuetos, sus libros Yo no
canto, Ulises, cuento. La sirena en el microrrelato mexicano y El cuento jíbaro, examinan este
género. Para él, Monterroso dejó a la ficción “la renovación de un género que es el bestiario, y a sus cuentos y a la literatura dejó su sátira,
ironía, la forma que ponderó la condición humana en cada uno de sus textos,
creo yo que en estos momentos en que las humanidades tienen cierto declive,
esos son valores imponderables”.
En el año 2000, Agusto Monterroso recibió el premio Príncipe de Asturias, el jurado
argumentó que el escritor había dotado
al cuento de una intensidad literaria y de una apertura de argumentos inéditos
hasta ese momento.
argumentó que el escritor había dotado
al cuento de una intensidad literaria y de una apertura de argumentos inéditos
hasta ese momento.
Imagen http://bit.ly/VKcm0g
13MAG