Distrito Federal, 22/01/13, (N22).-
Las estructuras narrativas del cine que han aparecido en los años recientes deben ser leídas de forma distinta, porque los géneros sufren una constante transformación, aseguró Jorge Ayala Blanco al celebrar sus 50 años como crítico e investigador al presentar en la Cineteca Nacional su más reciente libro El cine actual, estallidos genéricos.
Acompañado por Paula Astorga, directora de la Cineteca Nacional; el editor José Luis Ortega, el crítico Carlos Bonfil y la investigadora Julia Elena Melche, el especialista en cine recibió un reconocimiento por sus cinco décadas de trayectoria.
«Nunca me imaginé que esa necesidad que tenía yo de hablar de cine se convirtiera en una carrera. Para mí esta no solo ha sido una carrera de resistencia sino de obstáculos, por ello a menudo digo que haber cumplido 50 años de escribir de cine no ha sido una hazaña, sino un milagro, pero también un verdadero placer».
Jorge Ayala Blanco dijo que al escribir una crítica y tener la suerte de que alguien la publique, sigue la sentencia de las “diez dificultades” que mencionó Brecht “para decir la verdad”.
«Esto para mí ha sido un acto de sobrevivencia y a veces multiplico esas diez dificultades por cien, afortunadamente han habido muchos amigos que a lo largo de la vida me han acompañado en este difícil trance, donde lo más importante ha sido ejercer la crítica de cine como un genero literario».
Con la Sala 9 de la Cineteca Nacional colmada de admiradores, alumnos y compañeros de ruta, Jorge Ayala Blanco indicó que en estos 50 años de ejercer la investigación y la crítica cinematográfica han tenido que inventar un lenguaje propio.
«Siempre he estado en contra de la crítica platicada, por eso he tratado de hacer un espejo de lo que veo en pantalla, pero a veces me imagino a un lector de 15 o 20 años que lee uno de mis textos y no entiende absolutamente nada».
En el libro, Jorge Ayala Blanco se ocupa de películas tan disímbolas como Acné, Dame 10 razones, La visita de la banda, Originalmente pirata, Un hombre serio, Vientos de libertad, Australia, Un hombre inoportuno, Invictus, Hace un año en invierno, El huésped, Después de la boda, Cometas al cielo, La soledad, Solo un sueño, Darling, Amantes, Desapareció una noche, Cordero de Dios, El llanto de la mariposa y Sin lugar para los débiles, entre otras.
Destacan los conocidos títulos anexos que el especialista añade a cada cinta, entre los que se encuentranLa biografía finijorobante, La comedia ambigalante, La comicidad momificada, El cuadro familiar mielodisplasico, El deporte purgativo, El cine edificante supradiplomatico, La elegía decrepita y La épica lacrampulosa, por mencionar algunos.
Julia Elena Melche recordó que fue un 21 de enero de 1963 cuando apareció la primera nota de Jorge Ayala Blanco sobre cine estadounidense en el suplemento de Novedades, rebautizando la película El dulce pájaro de la juventud, como El amargo pájaro de la ineptitud.
«En este libro establece el gerundio para dar la acción vivida de cada filme, analizando películas de entre 2003 y 2010, preguntándose qué ha pasado con géneros como la comedia ligera, el cine de ciencia ficción o el cine bélico, así como tendencias estilísticas como el cine hiperrealista, el cine militante, así como el cine documental».
Agregó que Jorge Ayala Blanco “concluye con su prosa antisolemne que el género puro no se crea ni se destruye solamente se transforma, mostrando que diversos géneros pueden convivir en una sola cinta o en una sola secuencia, escribiendo de esa película finlandesa o tailandesa que se estrenó con cinco copias y de la que vale la pena decir algo».
Por su parte, Carlos Bonfil comentó que este volumen reúne más de 300 películas cuyas críticas continúan ese gran proyecto que se ha planteado su autor de mostrar un panorama “omnívoro“, donde tienen cabida todo el cine en una gran fiesta lúdica colmada de taxonomías, verbos nucleares, abecedarios o juegos de estructuras.
«Para sus lectores se trata del mayor registro de la exhibición fílmica en México, con una crítica rigurosa y especializada, consignando los mayores logros y desventuras del cine nacional, siendo Jorge Ayala Blanco un valiosísimo formador de conciencias críticas».
Dijo que la capacidad de asombro hace que a 50 años de haber publicado su primera nota, Jorge Ayala Blanco sea el crítico con mayor vigor que existe en México.
«Sus implosiones genéricas conducen al espectador y al lector a una subversión fílmica y hacia sublevaciones estilísticas, siendo para él toda película interesante al momento de desmontarla».
El editor José Luis Ortega recordó que la bibliografía de Jorge Ayala Blanco asciende a una treintena de libros donde la polémica y el sentido del humor han dado una nueva dimensión al ejercicio de la crítica.
Finalmente, Paula Astorga afirmó que más allá de su labor y carrera, Jorge Ayala Blanco es un maestro también de promotores y programadores de cine, pero sobre todo de entusiastas.
«Él esta siempre al día y reconoce el valor tanto en un cineasta como Manuel de Oliveira como en un jovencito de 20 años que está haciendo un esfuerzo con su cámara de video».
La directora del la Cineteca Nacional indicó que para este recinto “es un honor participar en la publicación de este libro que da fe de lo que cotidianamente es poner el cine de autor al alcance de las personas. Para nosotros es un orgullo reconocer un gran oficio y a una gran persona que ha dedicado 50 años de su vida a enseñarnos a ver cine».
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