Ciudad de México, México, 10/12/12, (N22).- Dos piezas emblemáticas de la música universal fueron interpretadas de forma magistral por los integrantes de la Orquestas Sinfónica Juvenil Carlos Chávez (OSJCCH), durante el Concierto 7 de su 2ª temporada de 2012, realizado en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart) la tarde de este domingo 9 de diciembre.
Los integrantes de la agrupación se apoderaron del gran auditorio de alta resonancia de la Escuela Superior de Música del Cenart, interpretando piezas emblemáticas de compositores como Miklós Ròzsa, Dmitri Shostakovich y Bela Bartok.
La presentación comenzó con la célebre Dance Suite de Bela Bartok, a la que los especialistas llaman la “hermosa y alegre trampa musical”, por la gran destreza técnica que requiere para su interpretación, aspecto que la orquesta realizó con gran virtuosismo.
Después de ese excelente preámbulo musical, fueron recibidas con largos aplausos en el escenario las solistas Vera Koulkova, en el violín, y Fabiola Flores, en el violonchelo, quienes interpretaron la Sinfonía concertante para violín, violonchelo y orquesta, op. 29 de Miklós Ròzsa, conocido especialmente por sus partituras de películas como Ben-Hur y Quo Vadis. Ròzsa es considerado un epígono aventajado aunque tardío de Bartok, adscribiendo sus obras de lleno en la música nacionalista y tomando sus melodías y ritmos del folclor húngaro, aspecto que se ve reflejado en la pieza que se ofreció la tarde del domingo.
La orquesta continuó con la interpretación de la Sinfonía No. 1, op. 10 en fa menor de Dmitri Shostakovich, piezaad hoc con el ambiente de juventud que crea en cada presentación la OSJCCH, pues fue escrita por el compositor ruso cuando contaba con tan sólo 19 años y estudiaba en el Conservatorio de San Petersburgo.
El estreno de su Sinfonía nº 1 en fa menor, opus 10, atrajo por primera vez la atención del público hacia su obra, marcando el inicio de su emblemático estilo, caracterizado por una vitalidad rítmica y una riqueza melódica que recuerdan el folclor gitano del este de Europa.
Un gran aplauso por parte de las decenas de asistentes congregados en el Auditorio Blas Galindo del Cenart celebró la actuación que por más de 90 minutos ofreció la agrupación en este cierre de temporada del año, en el que refrendó su calidad artística y fresco bagaje musical.
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