Ciudad de México, 07/12/12, (N22).- Al dar a conocer los nombres de los nuevos miembros gestores de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficos, además del plan de trabajo para 2013, su presidente Jorge Sánchez señaló que la AMACC seguirá respaldando iniciativas que dignifiquen el oficio cinematográfico en todos sus ámbitos.
«Hay quienes claman por hacer del cine algo rentable económicamente, pero nosotros creemos que antes que todo se debe apostar por la producción de un cine rentable socialmente, dando espacio a todas las voces».
El nuevo presidente, acompañado de su predecesor, Carlos Carrera, anunció a su equipo conformado por el cineasta Juan Antonio de la Riva, quien fungirá como secretario; el documentalista Everardo González; el director del CUEC, Armando Casas, quien será tesorero, y la productora Mónica Lozano, en la Comisión de Vigilancia y Fiscalización.
Como parte del plan de trabajo 2013, mencionó que la Academia como entidad gremial se propondrá defender la libertad creativa de los cineastas y se dará continuidad a la entrega del Ariel, cuya convocatoria se lanzará durante diciembre, para realizar la ceremonia en mayo además de la elección en octubre de la película elegida para el Goya y para el Oscar en 2014.
«Hemos propuesto además que se lleve a cabo un encuentro de Academias latinoamericanas, comenzando con Brasil, Colombia y Argentina, añadiendo además a España y Portugal, con lo cual tendrá que definirse si será para un ámbito iberoamericano, teniendo como sede el Festival Internacional de Cine de Guadalajara».
Comentó que se englobarán también en el concepto de investigación otras actividades como la edición de libros, además de los trabajos de preservación de guiones y talleres de creación audiovisual, con la participación de maestros que sean miembros de la Academia.
«Hay cuestiones que consideramos claves en el mundo audiovisual de hoy, por ello tenemos el propósito de crear una serie de programas de televisión y radio, así como una aplicación para poder recibir en tablets películas mexicanas que hayan recibido Arieles»
Potra parte, indicó que la preservación de acervos fílmicos será otro de los ejes de los proyectos de esta administración, incluyendo partituras musicales de las películas más emblemáticas del cine mexicano, además de organizar durante el mes de abril un primer Foro sobre Cine Mexicano.
«Ayer se entregó una solicitud a la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para que apoyen estas acciones de la Academia, nuestra idea con este plan de trabajo es hacer de nuestra instancia una herramienta gestora en el fortalecimiento de nuestra cinematografía”.
Mónica Lozano comentó que la Academia esta consciente de la importancia de dirigir los esfuerzos hacia un nuevo tipo de legislación donde se tomen en cuenta las nuevas tecnologías digitales.
«Queremos colaborar en el diseño de estas políticas públicas para aspirar a un fortalecimiento nacional de nuestra cinematografía».
Por su parte, Everardo González dijo que la aplicación para descargar en tablet diversas películas ganadoras del Ariel, ha tenido que sortear todo un proceso para negociar los derechos.
«En un primer término se han propuesto títulos emblemáticos como La barraca, Enamorada, Los olvidados, Los Fernández de Peralvillo, El Camino de la vida y Tizoc. Hemos tenido una gran colaboración por parte de la Filmoteca y la Cineteca Nacional y esperamos que pueda consolidarse este esquema de difusión de nuestro cine».
Carlos Carrera destacó algunos de los logros obtenidos durante su gestión, incluyendo una presencia más amplia de películas en la ceremonia del Oscar, la puesta en marcha de proyectos de restauración, además de ser coeditores de la Revista Toma. Durante la conferencia, la actriz Diana Bracho dio lectura al manifiesto de la AMACC, que entre sus puntos menciona la calidad emblemática de esta organización desde 1947, viendo al cine como un reflejo de identidad de México.
«El mayor activo de la industria somos sus creadores, nuestras imágenes han marcado el corazón de los espectadores, por ello necesitamos impulsar una nueva legislación, reconstruyendo el tejido de la distribución del cine mexicano».
Y agregó: «En la era digital el cine exige más que nunca un lugar en sus propias pantallas y con su propio público».
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