Colegio Nacional homenajea a Carlos Fuentes con el ciclo ‘Nueva novela latinoamericana’

Por Huemanzin Rodríguez

CIUDAD DE MÉXICO, México, 21/11/12, (N22).- En la primavera de 1998
Carlos Fuentes motivó el encuentro ‘Una nueva geografía de la novela’, que reunió
a escritores de la talla de John Maxwell Coetzee y Susan Sontag, entre otras
figuras mundiales. Esas conferencias formaban parte de un interés personal de
Fuentes por provocar el diálogo, como lo son las jornadas Nueva Novela
Latinoamericana, que había organizado antes de morir y que fueron inauguradas
en El Colegio Nacional.

«Era su intención
alternar con los maestros que en este ciclo que hoy iniciamos, disertarán sobre La nueva novela latinoamericana, pero su inesperado fallecimiento nos privó
de su presencia, aunque su aliento estará presente en las exposiciones que a partir
de hoy escucharemos y que le estarán dedicadas», comentó Guillermo Soberón, presidente de El Colegio
Nacional.

«Él personalmente
seleccionó sus nombres, personalmente eligió a varios de los mejores
representantes de ‘la patria de la Ñ‘. Eligió este sitio para llevar a cabo el
encuentro, fijó las fechas, y convocó a quienes creyó que podían establecer un
diálogo de la nueva novela latinoamericana», agregó Consuelo Sáizar, presidenta de Conaculta.

Este encuentro es
también motivo para rendirle un homenaje al autor de La región más
transparente, de la cual el escritor Fernando del Paso leyó las últimas
páginas y compartió una reflexión:

«A mí me gusta pensar,
me ha gustado siempre pensar que Gladys García 
se terminó el cigarrillo, lo aventó por el puente de Nonoalco y fue
recogido por el primer personaje de mi novela “José Trigo”, recogió la colilla,
la consumió no sé por qué, Dios no sabe por qué, o mejor dicho, el autor no
sabe por qué estaba en esos momentos por abajo del puente de Nonoalco».

Julio Ortega, de Perú,
fue el encargado de presentar a los dos primeros escritores que reflexionarían
sobre la nueva novela latinoamericana: Xavier Velasco e Ignacio Padilla, dos plumas
que para Fuentes, forman parte del canon.

«Hoy día publicar una
novela y hacerla disponible al público lector, resulta simple a extremos
escalofriantes. En un par de semanas, cuando no en un par de horas, cualquier
archivo escrito o procesado electrónicamente salta al mercado como libro
digital, una ventana abierta para la osadía, si, pero así mismo para la
bazofia, pues menudean los autores impetuosos cuya obsesión no es ya por
escribir como por publicar», dijo Xavier Velasco.

‘El mundo tiene prisa,
no la así la novela’,aseveró Velasco. Padilla recordó una frase atribuida a
Borges, donde se refiere al cuento como el resultado de la perfección obsesiva.
Mientras que la novela, es imperfecta, accidentada y ahí radica su encanto e
importancia en un siglo de horrores.

«Si es verdad que la
utopía terminó en 1989, quienes la vimos desplomarse mientras leíamos a Carlos
Fuentes o a Gabriel García Márquez, estábamos destinados a ser los más aptos
promotores de la supervivencia de la novela como género distópico por
excelencia, el esceptisismo que sina a nuestra generación contra el desencanto
de la precedente, ha mostrado ser el caldo de cultivo óptimo para la
consagración de la novela», concluyó Ignacio Padilla