«La realidad no es realista como este Hollywood que nos ha manipulado los ojos»: Daniel González Dueñas

  • El autor pone en tela de juicio el gusto impuesto por la industria en el libro Mirador en una cuerda floja (Hollywood y el lado oscuro del realismo/Tradición y ruptura: el conflicto esencial), publicado en la colección Periodismo Cultural de Conaculta.
  • CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).- 

    Por Noé Cardenas

    Con la película Citizen Kane, de Orson Welles, el concepto arte se volvió para Hollywood un término pesado, que no le interesaba, no era rentable para la industria más grande del cine.

    Esta aseveración la comentó para la Agencia N22  el director de cine y escritor Daniel González Dueñas, quien realizó una labor de “detective” para descifrar ¿qué es el realismo en Hollywood?, ¿acaso las producciones multimillonarias reflejan la vida cotidiana?
    Mirador en una cuerda floja (Hollywood y el lado oscuro del realismo/Tradición y ruptura: el conflicto esencial), no sólo es un libro de crítica cinematográfica, es una investigación sobre los alcances masivos de Hollywood y cuestiona la tergiversación del mundo desde esta industria.
    Alizbeth Mercado (AM): En el prólogo escrito por José María Espinasa, menciona que Hollywood es una “fábrica de sueños” y el término en el que recae la importancia es fábrica ¿cómo explica esto?
    Daniel González Dueñas (DGD): Pues Hollywood se apropió del cinematógrafo, el cine nació en Francia gracias o George Mèliés y el impero norteamericano se lo lleva a su país y desde ese momento Hollywood se percató del enorme poderío que tiene el cine, en todos los aspectos y se dedicó a afinar su dominio. El análisis de mi libro es el realismo, esta idea de que el realismo es un estilo dramático que reproduce la realidad; pero en verdad no es así, el realismo Hollywood no refleja la realidad, la moldea, la calibra y lo hace a través de moldear nuestro sentido de la realidad.
    Así es como el acento cae en fábrica y no en sueños, es una industria no una vanguardia artística, por eso no recae en sueños, es tan poderosa que su influencia cae en todos los niveles, estamos educados visualmente por Hollywood, nos ha enseñado a mirar, a cómo decodificar; hasta en nuestros sueños hay influencia Hollywood. Por eso José [María Espinasa] dice que el acento cae en fábrica o sea en industria, no en sueño que en cuyo caso sería poner el acento en arte.
    En Hollywood no hay arte, hay arte del espectáculo, hay entretenimiento, en Hollywood la palabra arte es mala palabra, se habla de entretenimiento, de excelencia, hay eufemismos pero la palabra arte está mal considerada o es hipocresía monumental.
    Por ejemplo el logo de la MGM dice: Ars gratia artis, una locución latina que significa todo lo contrario a lo que Hollywood es el arte por el arte, Hollywood es la industria por la industria.
    AM: ¿Por qué Hollywood tendría este desdén hacia el arte?
    DGD: La respuesta a esta pregunta se relaciona con la experiencia que tiene con el genio, siempre ha llamado a sus filas a cineastas con talento, la mayoría son inmigrantes. En uno de estos casos llamó a Orson Welles, era un niño prodigio que hizo un escándalo fundamental por radio por aquella transmisión por de La guerra de los mundos de H.G. Wells, Hollywood dijo: “si esto hace Orson en el radio qué no podrá hacer en el cine”.
    Llegó a Hollywood (Welles) sin saber nada de cine, había hecho teatro, radio y lo que él hizo fue ver, deambular en los estudios y tuvo grandes maestros como el fotógrafo Gregg Tolan que lo ayudó. La cosa es que después de un año cuando él estaba pagando su proyecto firmó el contrato más maravilloso en la historia de Hollywood, le daba el control absoluto en cinco áreas como guionista, productor, director, actor y editor; la libertad absoluta, nunca se hizo un contrato así. Hizo Ciudadano Kane y fue muy odiada, porque se adelantó a su tiempo, innovó, a partir de ese momento la palabra arte fue equiparada a la palabra genio y Hollywood aprendió muy pronto que es algo inmodificable, no rentable, le salió muy caro… Hollywood le arruinó la carrera a Welles, por ejemplo la compañía que produjo Ciudadano Kane tenía un lema corporativo que no recuerdo y fue cambiado a “no genio sino trabajo”, desde entonces la palabra arte significa idealismo que no hace dinero, debilidad ideológica, amaneramiento industrial, es decir todo lo malo. Si hablan de arte lo hace en las ceremonias para adornarse, en el sentido que tratan de ennoblecer ciertas cosas, hablan del arte del espectáculo, no del arte en sí mismo, se trata de realismo.

    Actitud crítica del espectador, indispensable
    AM: Están los premios que sirven para legitimar Hollywood, entonces las películas como El Padrino, que están mejor realizadas ¿caben en el concepto de arte o siguen siendo realistas?
    DGD: Pues hay una página de internet que se llama la Internet Movie Database, ahí los usuarios de todo el mundo votan por las 50 grandes películas de todos los tiempos, cambia diario pero no tanto como para no darse cuenta cuál es la tónica. Dentro de los cinco grandes está El Padrino pero también Indiana Jones, y está Star Wars y cosas francamente comerciales y dices ¿dónde está Kurosawa, Visconti, Fellini?, están hasta abajo… Por ejemplo, Ingmar Bergman está en la lista sólo por una razón, no porque se ha visto en la zona de influencia de Hollywood, sólo está porque hay una película The last action hero, que supuestamente es “artística” y ahí citan El séptimo sello de Bergman y sabes que es un juego de ajedrez entre un caballero y la muerte, entonces sale la muerte de la pantalla, por eso es conocido Bergman. Se nota ese desconocimiento de los grandes nombres por los votantes, donde están en los primeros lugares los últimos hits de Hollywood que son deslumbrantes a nivel técnico y a nivel ideológico son aberrantes. Por eso digamos que nuestro criterio para separar arte de industria está difuso y está hecho por Hollywood, le interesa que los marcos de referencia estén difusos para que puedas llamar arte a lo que les gusta y al revés, descalificar a lo que no les gusta. Creo que es necesaria una actitud crítica del espectador, ver cine, desarrollar las armas necesarias para detectar el realismo que admiramos y no deberías admirar.
    AM: En los medios masivos de pronto engrandecen a un personaje como “el nuevo gran héroe”, esto dices en tu libro, ¿esta actitud es sintomática en Hollywood o la misma industria genera los contenidos y los distribuyen los medios masivos?
    DGD: Mira, en pocas palabras me preguntas ¿a poco la gente de Hollywood se pone de acuerdo?, no, es lo terrible, nada de esto se pone en palabras un hombre de poder, nunca dirá soy de poder, ni un dictador; va a hablar de democracia, de humanismo… No hay hombres que lo hablen, es una inercia que vive por sí misma y eso es lo inquietante, esa inercia abre de pronto un vacio que se llena con algo, por eso Hollywood crea sus propias necesidades y las llena, es una inercia que se alimenta a sí misma. Nunca hay discusiones de tipo ideológico, moral ni humanista, solo técnicas de guión, de producción. No hay bases teóricas es una industria que se alimenta a sí misma y sólo las figuras que la componen, puede ser infinita y eterna. Es una inercia, es como el poder, así es poder.

    Maniqueísmo y dudas incipientes
    AM: Hablas de la contraposición entre sueños y realidad ¿es una característica humana, o es una producción hollywodenese?
    DGD: En la antigüedad los sueños eran una ampliación de los sueños, de la vigila, es probable que sí que desde el reinado Hollywood el sueño es sinónimo de ilusorio, “deja de soñar sé realista”, dicen las personas. ¿Qué implica?, pues que soñar es ser irrealista estar en el terreno de lo inexistente, es retirarle al sueño toda injerencia en la realidad y el sueño es la tercera parte de la vida, la mitad de la vida se pasa en el mundo onírico, arquetípico, y es mucho más real que esta vigilia hecha de convenciones y estereotipos. La tendencia es muy clara, lo importante es dar los sueños para revalidar el realismo que no se hace ilusiones que no sueña, que no anhela , no desea, no piensa en esferas superiores, ese es el protagonista del realismo, por eso Hollywood quiere eso, protagonistas que no se salgan de la definición estratégica o realista del ser humano, es una de las miles de repercusiones en la vida humana.
    AM: Entonces en Hollywood no cabe la duda ni el cuestionamiento por parte de los espectadores, suponen que si lo protagonistas no lo hacen el espectador menos.
    DGD: Exactamente, así como se desprestigió la palabra arte se desprestigia todo lo relacionado con arte y el acto de cuestionar y dudar, de poner en tela de juicio, renunciar a todas estas capacidades magníficas del cerebro que son descalificadas, nadie las usa o se dejan de usar, es parte de lo que no está bien visto y no sirve, porque el hombre que planeta el realismo es un hombre monolítico y autosuficiente que nunca duda y si pone en cuestionamiento a la autoridad es para ser él la autoridad.
    Para definir el realismo de Hollywood es que es la exégesis del poder, una forma de aprender que somos poder y no nos queda otra más que arrebatarlo de forma sangrienta y violenta ¿a qué ideologías favorece?, a las del dominio, racismo de los fascismos capitalistas… y la alternativa a esta tendencia es demostrada como inexistente, ilusoria, inútil y lo peor es que lo creemos. El método de convencimiento es tan fuerte que nos convence que eso son nuestros sentimientos, concuerdas con estos sentimientos y sin darte cuenta concuerdas con todo lo demás y ya estás invadido ya no eres real, eres realista; es como si en la vida cotidiana estuviéramos actuando, como si fuera otra película. Es tanto lo que el realismo hollywoodense ha condenado, toda duda no existe y es justo lo que hay que hacer.
    El Mal absoluto que inhibe la capacidad de elección
    AM: Ciertos juicios repetidos son como vasos comunicantes, ¿entonces esto que dice del poder se liga y se comunica entre las películas?
    DGD: Exacto, por menores que sean estos detalles se comunican y sustituyen tu realidad, empiezas a decir cosas que no piensas pero son las más sensatas, las que más se acercan a una realidad que es sinónimo del detritus, el realismo Hollywood es tratar de convencerte que el mal es absoluto, ese es el último fin, si el mal es absoluto ya no vives, porque vivir es elegir y ya no vives, sobrevives; como en las trincheras que sobrevives y esquivas bombazos o sea, media hora que falta de la película y nos convencemos por saturación no por razonamiento intelectual, sino por sentimiento emocional, por conmoverte, por cansancio y por eso sustituyes la realidad y como nadie habla de esto sigue impune, se habla muy poco pero no hay foros, ya que el aparato se ha encargado de desestimular la lectura, la actitud crítica, el sentido de aventura en la investigación, cundo te adentras como en una novela negra de detectives. Este es un libro de detective, me metí a todos los lugares que intuía y sí vi en autores lucidos y lo encontré.
    AM: A propósito del mal, bueno los códigos se repiten dice, pero me brinca el maniqueísmo entre el bien y el mal ¿por qué siempre está? ¿Es para demostrar el mal o evitar las dudas del público?
    DGD: Púes las palabras se manejan porque son dialécticamente opuestas pero el bien se escribe con minúsculas y el MAL con mayúsculas, entonces el bien es un adorno del mal, una ilusión que concede, la sociedad misma es una ilusión, si el mal es absoluto la sociedad es un refugio, así lo entendemos, lo que llamamos naturaleza en el realismo es una fuente de peligro y devastación. La palabra bien da risa y el mal es solemnísimo.
    “El mal es interesante, el bien aburrido”, este mensaje es gravísimo porque te niega la capacidad de elección, no importa que exista bien o mal sino que existan posibilidades para elegir. Entonces es un atentado contra la libertad individual y los derechos elementales del hombre, esa libertad es la que nos vende.
    En pos de asimilar la tradición de la ruptura
    AM: ¿Prevé algún movimiento de ruptura en Hollywood o con corrientes de otro tipo ante esta situación de realismo?
    DGD: Desde luego hay corrientes independientes pero no tienen foros, no se conocen bien y no hay medios, son cosas que hacen con tres pesos y es muy saludable que existan y podría existir si en las escuelas se hablan de este tipo de cosas, no atiborrarlos de conceptos sino hablar cómo funcionan las influencias Hollywood y qué es el realismo o ¿no es ésta la mayor de las tradiciones? ¿Qué es la tradición?, ¿qué es la ruptura? Es cierto que la tradición fabrica su ruptura para seguir en movimiento, todas estas cosas deberían ser discutidas con agrado y pasión, agrandaría el campo de lo alternativo.
    Que se hable más, que se deje de dar por sentado el mundo y cómo el mundo es una diversidad tan graden sentimientos que no tenemos tiempo de renunciar cada elemento, y entonces damos por sentado… sobreentendemos las cosas, damos por sabido, pero sabido por quién, cómo, con qué marcos, aunque sea caer en la verborrea, no importa.
    La verdadera vida, la realidad no es realista como este Hollywood que nos ha manipulado los ojos.

    Imagen: http://bit.ly/WK3c2D
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