«Caben todos los ruidos», radioperfomance sobre el miedo en la vida cotidiana

Distrito Federal, 05/10/12, (N22).- Una mujer a la que no le gusta usar escote, un humano que se transformó en un monstruo con dos cabezas, una mujer que le pide a su pareja que no se enamore de ella y personas de un pueblo que hablan sobre el miedo, son algunos de los protagonistas de los cuatro capítulos que integran el radio performace Caben todos los ruidos que se presentó por única ocasión la noche de este jueves 4 de octubre en el Centro Cultural de España en México.

El radio performace fue realizado por el laboratorio de creaciones sonoras La Sonidera, integrado por las españolas Ángeles Oliva y Toña Medina, quienes realizaron una combinación de radio y escena; por un lado realizaron y reprodujeron sonidos con objetos, y por el otro, fueron contando y representando historias, apoyándose de los elementos básicos de la radio; voz, efectos y música.

“Con estos elementos, buscamos contar historias cuya idea principal es el miedo de las personas del cual hablamos desde distintos puntos de vista; desde el ángulo de las mujeres para narrar, por ejemplo, cómo vivimos toda la vida con el miedo de ser agredidas sexualmente.

“También sobre los miedos que se reproducen en las historias o las fábulas que nos han contado desde pequeños, y finalmente, del miedo desde el punto de vista de los hombres, por ejemplo, del hecho de cómo se les educa para que por ningún motivo muestren su miedo”, detalló Toña Medina.

Un elemento destacado del performace es que las artistas se apoyaron de objetos de uso común como globos, cuchillos, agua, saleros, cucharas, una guitarra, plumas, una muñeca que reproduce voces y sonidos, una licuadora, una radio y grabadoras de cassete, para producir efectos, gruñidos y ecos que acompañan y a su vez recrean la atmósfera sonora de las historias que iban narrando al público con sus propias voces o a través de audios que reproducían voces grabadas.

De esta manera, el público pudo conocer, entre otras, la historia de una mujer a la que no le gustaba usar escotes ni ropa apretada porque una vez que lo hizo le pegaron una nalgada en la calle; a un hombre con un saco particular que festeja solo su cumpleaños; a dos mujeres que se gritan mientras dicen lo peor que le harían a un hombre si las traicionara, por ejemplo, cortarle un dedo; una mujer sin ganas de relaciones sexuales ni de llorar o que prefiere morir antes que ser “cornuda”.

A un hombre que se queda varado con su auto en un camino polvoriento mientras imagina como podría conocer a la persona que lo rescate; a un hombre que se transformó en un monstruo, tuvo un hijo y se lo comió y desde entonces tiene dos cabezas, y a los habitantes de un pueblo a lo que se le pregunta: ¿A qué le tienes miedo? Y responden que a los coches, al pánico, a las películas de terror, a la muerte o simplemente a nada.

De esta forma Caben todos los ruidos, además de rescatar el trabajo de la ambientación realizada de forma “artesanal”, también buscó promover “la investigación de cómo suenan los objetos y cómo los podemos integrar en nuestras historia, de tal forma que la gente pueda sentir ese sonido y ver de donde sale de forma cálida, cercana y curiosa”, detalló la también coordinadora del estudio de radio de la Casa Encendida de Madrid.

Imagen:http://bit.ly/UnPvXb
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