DISTRITO FEDERAL, México, 05/09/12, (N22/Conaculta).- Los primeros reportes de medición de decibeles (dB) en la Ciudad de México, realizados en el marco de la III Semana del Sonido de la Fonoteca Nacional del Conaculta, indican que se excede el límite superior deseable recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), establecido en 55 dB; y que gran parte de la contaminación acústica es generada por los ciudadanos.
En pro de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad de México, la Fonoteca Nacional realizará la medición de los niveles sonoros en cinco puntos diferentes de la urbe: el Centro Histórico, Chapultepec, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, el Centro de Coyoacán y la estación del Metro Insurgentes. De los cuales ya fueron tomados los registros del Kiosco de Coyoacán, en el Jardín Hidalgo, el pasado 2 de septiembre con una medición de 78 y 80 dB; mientras que el lunes 3 de septiembre en la esquina de Reforma y Chivatito se reportaron entre 77 y 80 dB, ambos días a las 12:00 horas.
Dicho ejercicio forma parte de las actividades de la III Semana del Sonido. “El ruido y el silencio en las ciudades contemporáneas”, cuyo objetivo es concientizar a la población y a las autoridades de los niveles de contaminación acústica que se presentan la Ciudad de México.
Para conocer los niveles sonoros de la ciudad, la Fonoteca Nacional informará día a día los resultados de las mediciones, a través de sus cuentas en Facebook (FonotecaNacionadeMéxico) y Twitter (@Fonoteca).
Por otro lado, el público podrá compartir a través del hashtag #SSonidoMxCo los generadores de contaminación sonora que identifica en su cotidianeidad y las acciones que hace por su salud auditiva.
De acuerdo con Jimena de Gortari: “se tomará como referencia lo establecido por la OMS, ya que en México únicamente existe hasta el momento normatividad que refiere a establecimientos fijos, por lo que el ruido de los coches, ambulantes y obras, entre otros, no está reglamentado. Asimismo, se buscará la reflexión para posibles mejoras urbanas que disminuyan estos niveles encontrados.
“La finalidad que tiene esta medición es la concientización del problema de contaminación acústica que presenta la ciudad de México en la actualidad. Sabemos que esta saturación sonora ha vuelto imperceptible para el oído humano sonidos como el canto de los pájaros, las notas del cilindrero, el murmullo de las hojas de los árboles con el aire, etc.”
Para que el público reflexione, el oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar dos horas de exposición a 100 dB (por ej. discoteca ruidosa). Los sonidos de más de 120 dB (banda ruidosa de rock o volumen alto en los auriculares) pueden dañar a las células sensibles al sonido del oído interno provocando pérdidas de audición.
En algunas zonas de la ciudad los niveles de ruido, precisa la arquitecta, llegan a alcanzar hasta 100 dB, lo cual podría ser causa de problemas en la salud, además de afectar la capacidad de concentración de los niños, la productividad en centros de trabajo y la limitación en el descanso, por mencionar algunas consecuencias.
“Es por ello que debemos tomar las medidas correspondientes y pensar que la salud sonora de la ciudad depende de todos los ciudadanos”, concluye Jimena de Gortari, quien participará en la mesa de debate Silencio y sonido en el entorno urbano, el jueves 6 de septiembre a las 12:00 horas, en la Fonoteca Nacional.
Imagen: http://bit.ly/NcXJgI