Por José Antonio Trejo
La editorial Terracota
presentó el más reciente libro de Rodrigo García: Los Ácratas, en la Casa del Poeta «Ramón López Velarde». El escritor comentó a la agencia N22 sobre cómo fue su proceso de creación:
presentó el más reciente libro de Rodrigo García: Los Ácratas, en la Casa del Poeta «Ramón López Velarde». El escritor comentó a la agencia N22 sobre cómo fue su proceso de creación:
– ¿Cuál fue su inspiración?
-La inspiración es un mito, ya que la escritura es 80% de transpiración y
20% de inspiración. Hay que sudarla y hay que sentarse a hacerlo hasta que
salga; siempre hay una idea original y después de eso se va desarrollando, por
supuesto que esto proviene de lecturas -Borges
decía: que no se escriben libros sobre
la vida, sino se escriben libros sobre otros libros- y esto sólo es la
recreación de la realidad.
20% de inspiración. Hay que sudarla y hay que sentarse a hacerlo hasta que
salga; siempre hay una idea original y después de eso se va desarrollando, por
supuesto que esto proviene de lecturas -Borges
decía: que no se escriben libros sobre
la vida, sino se escriben libros sobre otros libros- y esto sólo es la
recreación de la realidad.
-¿Cuál es en este caso la recreación de la realidad o el
motor en este libro?
motor en este libro?
-Son las parejas literarias de hombres que no necesariamente deben tener un componente sexual,
sino que es algo más de aventura, más apegado a la novela
de Samuel Beckett, Mercier et Camier, ese mundo asfixiante que Beckett redacta
en su primer libro que escribe en francés. Pero también
otras de las cosas que me impulsan es la indignación de los mexicanos.
sino que es algo más de aventura, más apegado a la novela
de Samuel Beckett, Mercier et Camier, ese mundo asfixiante que Beckett redacta
en su primer libro que escribe en francés. Pero también
otras de las cosas que me impulsan es la indignación de los mexicanos.
–¿Por qué
dice que los mexicanos estamos muy enojados e indignados?
dice que los mexicanos estamos muy enojados e indignados?
-Con la política
injusta, con los cerdos políticos que tenemos, somos un país muy golpeado, un
pueblo muy golpeado y eso produce mucha indignación. Por ejemplo, cuando un día fui a la antigua Merced, que se encontraba en el Centro, me paré detrás de un camión que venía cargado de verduras y en eso se sube un policía al anden del camión y estira la mano, el camionero obviamente le iba a dar la
mordida y le dio la mordida, entonces yo me quedé con esa imagen y años
después digo ¿qué hubiese pasado si en vez de darle la mordida el chofer saca
una pistola y le da un tiro en la cabeza al policía? Y ahí empezó la novela.
injusta, con los cerdos políticos que tenemos, somos un país muy golpeado, un
pueblo muy golpeado y eso produce mucha indignación. Por ejemplo, cuando un día fui a la antigua Merced, que se encontraba en el Centro, me paré detrás de un camión que venía cargado de verduras y en eso se sube un policía al anden del camión y estira la mano, el camionero obviamente le iba a dar la
mordida y le dio la mordida, entonces yo me quedé con esa imagen y años
después digo ¿qué hubiese pasado si en vez de darle la mordida el chofer saca
una pistola y le da un tiro en la cabeza al policía? Y ahí empezó la novela.
Los Ácratas es una historia sobre los descendientes de
Bouvard y Pecuchet, personajes de la última novela de Gustave Flaubert. La novela trata sobre estos justicieros modernos, pero no
alcanzan a percatarse de que eso de la justicia requiere de muchos trámites,
algunos de ellos francamente burocráticos. Son vagabundos por vocación y
soñadores porque no les queda de otra; recorren el pequeño mundo a su alcance
sin comprender que la única meta de su viaje es el viaje mismo.
Bouvard y Pecuchet, personajes de la última novela de Gustave Flaubert. La novela trata sobre estos justicieros modernos, pero no
alcanzan a percatarse de que eso de la justicia requiere de muchos trámites,
algunos de ellos francamente burocráticos. Son vagabundos por vocación y
soñadores porque no les queda de otra; recorren el pequeño mundo a su alcance
sin comprender que la única meta de su viaje es el viaje mismo.
Imagen: José Antonio Trejo
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