El legado de esta cultura es mucho más que predicciones sobre el final, se trata de una cosmovisión que buscaba mantener un orden entre el cosmos, la fertilidad y el bienestar general. Crearon un mundo imaginario con seres sobrenaturales que fueron creadores del Universo, con poderes positivos y negativos; además de poseer el poder de ubicuidad y omnipresencia.
En total fueron 15 dioses nombrados de la A hasta la P. Con base en las creencias se estableció el calendario que justificaba los gobernantes y la producción agrícola. Los días tenían un nombre especial para cada serie de 20 y se les atribuía determinadas propiedades. Para los mayas el cielo estaba dividido en 13 señores supremos y el inframundo por nueve. La organización territorial se dividió en señoríos, quienes tenían en común el parentesco. El líder de cada cabeza-estado era un rey k´uhul ó rey divino que llevaba el mando en circunstancias de toda índole, siempre cuidando el estatus y la ostentación de riqueza. Lo que resultó conveniente en la construcción de ambiciosos programas.
Los mayas compartieron con las culturas mesoamericanas dos materias primas: el jade y el maíz. El primero fue considerado una piedra virtuosa, ya que se le asociaba con la naturaleza, el mar y la vegetación. El maíz, que se consume desde tiempos ancestrales, impulsó la búsqueda por obtener mejores cosechas, por esta razón la ingeniería maya es conocida. El dios maya del maíz es uno de los más importantes y aparece en mitos, fue el encargado de proporcionar fertilidad a la tierra.
A través de una serie alfabética de conceptos la edición especial de la revista Arqueología Mexicana explica términos básicos como: calendario, códices, Chaac, maíz, máscaras, música, pintura, santuario, templos, entre otros términos que se escuchan por doquier. La puerta hacia este imperio se abre con una línea del tiempo que facilita la comprensión cronológica de sucesos. Cuenta con un cronograma y mapas, que indican los hechos relevantes de cada periodo. Cada uno con su respectiva explicación, que muestra una galería con las mejores obras de la cultura, prueba del perfeccionamiento y el interés estético.
El compilador Roberto García Moll reunió ciertas categorías que están citadas en artículos anteriores de la revista. Esta edición es para los interesados en el mundo maya, aquel universo que atrae la atención de especialistas y aficionados, pero que en este 2012 sin duda empapó el espectro de la opinión pública.
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