El próximo 19 de abril comienzan los actos de homenaje a los 10 años de la muerte del poeta José Hierro con un evento en el Instituto Cervantes de la capital española.
José Hierro, polifacético, renacentista, apasionado. Disfrutaba de las cosas sencillas y el trato con la gente. Fue reconocido con premios como el Miguel Hernández, Príncipe de Asturias y el Cervantes entre muchos otros. Publicó numerosas obras que lo hicieron pasar a la historia como uno de los poetas más importantes de la posguerra española.
Quizás, uno de los acontecimientos que más influyeron en su obra poética fueron los 4 años que pasó en la cárcel, durante la Guerra Civil española, acusado de “auxilio a la rebelión”, por llevar comida a su padre en prisión, cuando era tan solo un adolescente.
Tras esta amarga experiencia, José Hierro fue capaz de escribir una de sus obras más entrañables: Alegría.
A propósito de esta invaluable contribución a la literatura de la posguerra, Tacha Romero, Directora de la Fundación Centro de Poesía José Hiero, declaró:
«Por la connotación que tenía, él lo escribió saliendo de la cárcel y además le preguntaron: ‘pero usted acaba de salir de la cárcel y escribe un libro que se llama Alegría, ¿por qué?, y el dice: pues por eso, por eso precisamente…’ Es un lección de vida ese libro, tremendo, la musicalidad que tiene, el mundo maravilloso, la concentración, de pasión, era una melancolía, pero a la vez una vitalidad como era él.»
Tacha Romero, quien además es nieta del poeta, afirma: «Él era una persona libre, o que se creía libre y no existía entonces la libertad, le llevaron a la cárcel y fue terrible porque allí vivió cosas, mi abuelo era una persona muy justa era muy buena persona entonces ante la injusticia, la intolerancia, la represión, se revolvía por dentro y le dolía inmensamente, entonces ya no es solo lo que vivió sino lo que le tocó veR».
Si bien comenzó como un poeta de temática reivindicativa o testimonial, poco a poco se fue convirtiendo en un escritor más existencial, incursionó también en la narrativa, aunque incluso en ella, denotaba un carácter poético como en el caso de otra de sus obras cumbre: Cuaderno de Nueva York.