¿Por qué olvidamos a lo que íbamos al entrar a una habitación?

Redacción/CDMX

¿Alguna vez has entrado en una habitación y de repente no tienes ni idea de qué era eso que ibas a buscar allí? En realidad, es algo que sucede comúnmente. Se conoce como efecto puerta y esta comprobado por la ciencia.

No se trata de un suceso que solo le ocurra a los más distraídos, de hecho, ha sido un fenómeno muy estudiado por psicólogos y neurocientíficos.

Un estudio publicado en BMC Psychology señala que para que este efecto ocurra, en realidad, deben existir dos factores determinantes: que estemos ocupados y que las habitaciones sean bastante diferentes entre sí.

El estudio se realizó con la ayuda de un programa de realidad virtual, con el que los voluntarios tenían la libertad de moverse por varias estancias. Durante esos movimientos, se les pedía que recordaran algún detalle u objeto que habían visto en la anterior.

Fue curioso que la mayoría de las veces lo lograron. No estaban experimentando el efecto puerta como debería suceder en la vida real.

El experimento se repitió, en esta ocasión se les pidió a los participantes que, mientras cambiaban de habitación, contaran hacia atrás. Esto con el fin de que ocuparan con otras tareas su memoria de trabajo, o también conocida como aquella en la que se almacena información temporalmente.

Fue así como comenzó a darse el efecto puerta más frecuentemente.

Según el psicólogo Oliver Baumann, efecto puerta se da cuando el cerebro interpreta que se ha generado un cambio de contexto. Es decir, “los recuerdos pertenecen a una red diferente de información”, de ahí que pueda ser mas complicado acceder a ellos.

Sin embargo, no solo se trata de puertas, sino que también se le denomina efecto de actualización de ubicación. Realmente no es necesario que haya una puerta física para que ocurra este evento.

Por ejemplo, es común abrir una pestaña nueva en el ordenador y no recordar con qué objetivo lo hicimos.

Los científicos esperan que su investigación sirva para buscar formas de evitar el incómodo efecto puerta. Por ahora podemos tener la certeza que esto le sucede a todo mundo y no hay nada porque preocuparse.

(Con información de Hipertextual)

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