Quincy Jones: Un gigante de la música estadounidense

Quincy Jones, uno de los nombres más influyentes y revolucionarios en la historia de la música popular estadounidense, falleció a los 91 años, dejando tras de sí un legado que abarca más de cinco décadas.

Su trayectoria versátil incluye éxitos como productor, compositor, arreglista y trompetista, convirtiéndose en una figura indispensable en la evolución de la música y el entretenimiento global.

Jones comenzó su carrera como trompetista de jazz y rápidamente se destacó como arreglista, colaborando con grandes bandas de la época como las de Count Basie.

Su habilidad y carisma no solo lo impulsaron a sobresalir en el ámbito de la música, sino también a desafiar las barreras raciales de su tiempo.

Quincy no solo componía y producía música, sino que también fungía como un conector que posibilitaba colaboraciones entre géneros, estilos y mercados.

Esta capacidad lo convirtió en una figura clave en la movilidad social y profesional en el arte popular afroamericano de su época, permitiendo la creación de una música que trascendía barreras.

Uno de sus logros más destacados fue la producción del álbum “Thriller” de Michael Jackson, el disco más vendido de todos los tiempos, que revolucionó el negocio del pop y acercó a la audiencia negra y blanca en un momento en el que las estaciones de radio seguían segregadas.

A lo largo de su carrera, Jones acumuló 28 premios Grammy y fue nominado en 80 ocasiones, situándose como el tercer artista más galardonado en la historia de estos premios.

Infancia y formación musical

Quincy Delight Jones Jr. nació en Chicago en 1933 y desde pequeño enfrentó dificultades familiares, incluida la separación de su madre debido a problemas de salud mental.

A los 11 años, encontró en la música un refugio y, poco después, comenzó a tocar varios instrumentos. A los 14 años, conoció a Ray Charles en Seattle, quien se convertiría en uno de sus amigos y colaboradores más cercanos.

La relación entre ambos fue fundamental para su formación musical y el impulso que lo llevó a embarcarse en una carrera de enorme impacto.

Tras estudiar en la Schillinger House de Boston (hoy Berklee College of Music), fue contratado como trompetista y arreglista por Lionel Hampton. Esta oportunidad le permitió desarrollarse y establecerse en la escena de Nueva York, donde trabajó con figuras como Count Basie y Frank Sinatra.

Quincy Jones fue un innovador incansable, creando espacios para el talento emergente y promoviendo la cultura afroamericana en cada proyecto que emprendió.

En sus últimos años, continuó explorando nuevas plataformas, como el lanzamiento de Qwest TV, un servicio de streaming de jazz y música clásica. Además, estableció una cátedra de música afroamericana en Harvard y promovió la educación musical a través de su fundación Listen Up.

El legado de Jones es vasto y diverso, abarcando desde la producción de éxitos musicales hasta la creación de proyectos benéficos. Quincy Jones transformó la industria musical y cultural, y su impacto seguirá resonando por generaciones.

El legdo en la música y el cine

Jones fue pionero en varios ámbitos. En 1964, se convirtió en el primer vicepresidente afroamericano de una discográfica de propiedad blanca, Mercury Records, y comenzó a expandir su influencia en el cine, componiendo bandas sonoras para películas como El prestamista y A sangre fría. Más adelante, con El color púrpura, su talento se consolidó también en Hollywood.

Su carrera como productor incluye tres de los álbumes más icónicos de Michael Jackson: Off the Wall, Thriller y Bad, obras que reconfiguraron el pop y el R&B. Además, en 1985 produjo “We Are the World”, un himno de solidaridad para combatir el hambre en África, en el cual participaron más de 40 artistas.

(Con información de The New York Times)