Redacción/CDMX
La vida en la Tierra tal cual la conocemos no siempre ha sido tan variada y abundante como ahora, hace 3.500 millones de años el planeta era un lugar vacío y árido, esto hasta que las cianobacterias comenzaron con un proceso ampliamente conocido: la fotosíntesis.
Este proceso relativamente tardado, resulta de la transformación de dióxido de carbono a oxígeno, el cual tardó bastante tiempo en aglomerarse en la atmósfera, por lo que la biodiversidad en la Tierra fue evolucionando poco a poco.
Este elemento resulta fundamental para la vida en la Tierra, pues representa el 21% en la composición de nuestra atmósfera.
Y, aunque calcular la cantidad de oxígeno es prácticamente imposible, la pregunta creciente en la actualidad es ¿Podemos quedarnos sin oxígeno?
La respuesta es más compleja e incierta de lo que se puede pensar, pues en primera instancia esto suena algo imposible ya que seres vivos como plantas, algas y las cianobacterias se encargan de generar el oxígeno suficiente para preservar la vida en el planeta.
Sin embargo, dentro de este escenario favorable, también existe un problema: el calentamiento global.
Esto sucede por diversos factores, la quema de combustibles, deforestación, contaminación urbana, entre otros.
Al liberar grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, se dificulta que las plantas realicen la fotosíntesis y produzcan oxígeno.
Además. El aumento de la temperatura provoca que los océanos absorban menos dióxido de carbono, lo que agrava más el problema.
Todo esto produce grandes niveles de dióxido de carbono, los cuales afectan la producción de oxígeno y en caso de una disminución del mismo, traería consecuencias catastróficas para la vida.
No obstante, este escenario es una especulación sobre lo que podría pasar en un futuro si se sigue con las prácticas nocivas que se mencionaron anteriormente.
(Con información de ABC)