Redacción/CDMX
El amor enferma. Esto creían los médicos y literatos de la Edad Media.
Síntomas como el color amarillento en la piel, insomnio, falta de apetito y melancolía constante eran parte de sufrir un mal de amores.
El médico Constantino, el Africano, por ejemplo, estableció una relación directa entre el exceso de bilis negra y el mal de amor. Explicaba la asociación de “amor” con “amaro” (amargo), que afectaba al cerebro y podría ocasionar pensamientos y preocupaciones constantes.
El amor incluso podía llegar a matar . Así lo estableció el médico Bernardo De Gordonio en el Lilium Medicinae y la causa era “el amor de mujeres”, que provocaba que el hombre se obsesionara con las imágenes de la amada, desatando síntomas como aumento de la temperatura corporal, deseo sexual, falta de apetito, tristeza constante, piel amarillenta y hasta insomnio.
En tanto, los literarios de la época como el Arcipreste de Hita y Garcilaso de la Vega estaban de acuerdo en que el amor era una enfermedad tan peligrosa para la salud mental que podía llevar a la locura y la muerte.
Por ejemplo, en la Cárcel de Amor, Diego de San Pedro, describe como su protagonista, Leriano, enferma de amor al sufrir por una profunda pasión hacia Laureola y por ello pierde el apetito y el sueño hasta llegar al borde de la muerte.
Incluso se considerba que tenía cura, como evitar comer carnes rojas, leche, huevos, legumbres y frutas de color rojo, ya que incitaban el movimiento de la sangre y aumentaban el deseo sexual.
Así que se recomendaba comer carne blanca, pescado, beber agua o vinagre.
Por su fuera poco, se recomendaba colocar una planche de hierro frío sobre los riñones, para dominar el impulso carnal, porque se pensaba que ahí residía el deseo.
En este contexto, parece curioso como es que se diagnosticaban sólo a los hombres con esta enfermedad. Sin contemplar que una mujer podría sufrir ¿Acaso los médicos de la época no reconocían síntomas similares en las mujeres?
¿Te identificas con alguno de los síntomas?
(Con información de BBE Mundo)