Redacción/CDMX
Los microplásticos están en todas partes, y muchas veces no los percibimos, ya que su tamaño y forma no nos permiten identificarlos, sin embargo en un estudio reciente se encontraron que estos están relacionados con enfermedades cardíacas, trastornos pulmonares y problemas de salud más preocupantes.
Los microplásticos y nanoplásticos son imposibles de evitar, no importa lo precavido que seas: están en todas partes, en el aire que respiramos, en nuestra agua potable y en nuestros alimentos.
Pero los científicos no están seguros de qué niveles de microplásticos y nanoplásticos estamos absorbiendo de esas fuentes.
Algunas recomendaciones, que te ayudarán a cuidar tu salud física; duerme las horas que requiere tu cuerpo, realiza ejercicio, reduce el estrés y acude al doctor.
Reducir el agua embotellada también ayudará, ya que es una de las fuentes principales de microplásticos.
Beber agua embotellada en caso de necesidad no es el fin del mundo, pero como hábito diario, no es una buena elección, así que intenta llevar una botella o vaso reutilizable de acero o vidrio cuando estés fuera de casa.
No uses plástico para almacenar alimentos, ya que la luz solar, los ácidos y la erosión física también pueden degradar el plástico.
Limpia tu aire, pues como se ha comentado, estos microplásticos se encuentran en el aire que respiramos, que también es una fuente potencial, y que se manifiesta en forma de polvo.
Por lo tanto, reducir el polvo en el aire en el hogar puede reducir su exposición a los microplásticos inhalados.
Diversos científicos aún están estudiando las conexiones exactas entre estos diminutos trozos de plástico y la salud humana.
(Con información The New York Times)