Redacción/CDMX
El pasado 11 de abril, la Cámara de Representantes de Misuri aprobó eliminar del presupuesto del estado los recursos para las bibliotecas públicas en esa entidad.
Este es un episodio más de la guerra cultural de grupos conservadores que en los últimos meses se han dedicado a censurar libros en Estados Unidos.
Organizaciones civiles opositoras a estas políticas gubernamentales sostuvieron que la eliminación de 4.5 millones de dólares del presupuesto para las bibliotecas públicas es en represalia por la demanda contra una ley estatal aprobada en 2022, en la que ha resultado en el enjuiciamiento de bibliotecarios y otros educadores por dar acceso a libros a estudiantes.
El presupuesto para estas entidades públicas todavía tiene que pasar por la aprobación del Senado estatal y por la oficina del gobernador de Misuri, sin embargo, es evidente el peligro en que se encuentran las bibliotecas, sobre todo las que se encuentran en áreas rurales.
Por su parte, la Unión Estadunidense de Libertades Civiles de Misuri (ACLU-MO), la Asociación de Bibliotecarios Escolares de Misuri (AML) y la Asociación de Bibliotecas de Misuri (MLA) presentaron una demanda con la intención de anular la ley estatal -aprobada en 2022- que prohíbe material sexualmente explícito en los centro educativos.
Sostienen que en los distritos escolares no solo han retirando libros de sus estanterías, sino que se han fincado cargos a bibliotecarios y docentes.
Las condenas ha sido de hasta con un año de cárcel o una multa de 2 mil dólares por facilitar dicho material.
El diario británico The Independent, PEN America informó que esa norma recién aprobada orilló al retiro “de forma preventiva por temor a que los activistas de derecha presenten demandas judiciales contra ellos, lo que supondría una pérdida de dinero. Entre agosto y noviembre, las autoridades estatales prohibieron más de 300 libros en al menos 11 distritos escolares”.
Las amenazas a las bibliotecas de Misuri se han repetido en legislaturas estatales y los gobiernos locales de todos los Estados Unidos, con campañas de activistas en contra de títulos vinculados a personas LGBT o materiales que hablan de sexualidad y representaciones honestas de racismo y discriminación, reportó el rotativo.
En ese mismo sentido, información que ha proporcionado el portal EveryLibrary, menciona que este año hay más de 100 proyectos de ley en las asambleas legislativas de al menos 31 estados de ese país que amenazan con recortar los presupuestos de muchas bibliotecas, con la intención de “implantar sistemas de clasificación de libros, regular el tipo de libros y materiales de sus colecciones y modificar las definiciones de obscenidad que prevalecen sobre las protecciones de la Primera Enmienda”.
Entre los títulos eliminados de las estanterías de esa biblioteca por empleados del condado se encuentran They Called Themselves the KKK: The Birth of an American Terrorist Group, de Susan Campbell Bartoletti; tres libros de la serie I Need a New Butt!, de Dawn McMillan; títulos de Maurice Sendak, y un libro titulado It’s Perfectly Normal: Changing Bodies, Growing Up, Sex, and Sexual Health, así como libros infantiles ilustrados.
(Con información de La Jornada)