La operación demostró que el corazón de un animal genéticamente modificado puede funcionar en el cuerpo humano sin que se presente un rechazó inmediato
Karen Rivera / Ciudad de México
Hace unos días, en Estados Unidos se llevó a cabo una operación revolucionaria.
Por primera vez, en el mundo, se realizó con éxito un trasplante de corazón de cerdo a un humano. Esta intervención, que requirió de la edición genética, se considera una alternativa importante para los pacientes en el futuro.
El norteamericano David Bennett, quien con 57 años padecía una enfermedad cardiaca terminal, se convirtió en la primera persona del mundo en recibir un trasplante de corazón de un cerdo modificado genéticamente. Esta intervención, que se realizó en el Centro Médico de la Universidad de Maryland, en Baltimore.
«Es la primera vez que un corazón de cerdo pasa a formar parte del organismo humano y a latir dentro del pecho de una persona, y, además, es la primera vez que ocurre con estas técnicas de ingeniería genética, pero realmente la idea de aprovechar los órganos de otras especies diferentes a la especie humana viene ya maquinándose desde hace tiempo, se considera que en 1905 es el primer registro a nivel de literatura científica de un intento de este tipo», explicó en entrevista Carmina de la Luz, periodista de la RedMPC.
«El cerdo al que se le extrajo el corazón para dárselo a David Bennett, es un cerdo al que le cambiaron diez genes nada más. Tres de esos genes, son genomas que forman parte de la información genética del cerdo, fueron suprimidos para que no generara rechazo en el humano, otro gen también del genoma del cerdo fue igualmente suprimido para evitar que creciera en exceso el tejido cardiaco, el corazón. Y se le añadieron seis genes del genoma humano para hacerlo más parecido a nuestra especie», añadió.
A la implantación de un órgano o tejido proveniente de otro ser vivo a un ser humano se conoce como xenotrasplante. Además, para la cirugía se requirió un medicamento experimental contra el rechazo que se le administró al paciente. El corazón utilizado fue proporcionado por la compañía estadounidense Revivicor, que se dedica a la crianza de este tipo de mamíferos para trasplantes de órganos, los órganos de los cerdos son similares en tamaño a los de los humanos.
«Y ese ha sido uno de los grandes problemas de los xenotrasplantes que podían venir contaminados, por ejemplo, si un cerdo se había criado en condiciones poco controladas, con patógenos propios de esa especie y, además, estaba el riesgo de rechazo, entonces lo que hace la ingeniería genética y las condiciones controladas como la empresa Revivicor es disminuir estos riesgos».
La operación demostró que el corazón de un animal genéticamente modificado puede funcionar en el cuerpo humano sin que se presente un rechazó inmediato. Pero no se pueden perder de vista los debates que ha despertado la noticia, algunos relacionados con la demanda de órganos.
«Es una cuestión ética porque llevamos una larga historia aprovechando los cerdos, por lo tanto, es socialmente mejor aceptado sacrificar un cerdo que sacrificar una vida humana, que sacrificar un chimpancé que es mucho más parecido genómicamente a nosotros. Esa es una razón, la segunda es por practicidad, un corazón de cerdo adulto, por ejemplo, lo tienes disponible en 9 meses, que es el tiempo en que llega a la etapa adulta un cerdo.
Esta tecnología no necesariamente va a solucionar el problema, porque están los dilemas éticos en torno a ella, que no han sido resueltos y que se tienen que regular. Tiene que haber instrumentos para regular este tipo de procedimientos y, además, están también los derechos de los animales, hay que ver las cuestiones éticas de los animales, hay que ver en qué condiciones se van a diseñar y producir esos animales y, sobre todo, está la cuestión del costo, barato no es», explicó.
Recordemos que desde hace un tiempo ya se utilizan válvulas provenientes de cerdo y de vacas, que permiten el flujo de sangre en el corazón de los humanos. Esta operación es una verdadera oportunidad médica, pero es importante escuchar a todas las voces que se manifiestan para resolver los dilemas éticos que la envuelven.