El pianista Murray Perahia en diálogo con Schumann durante el FIC

Por Víctor Gaspar

GUANAJUATO,México, (N22).- 
No es posible la objetividad
cuando se escucha un concierto como el de Murray Perahia, pianista que, igual
que el Cervantino, cumple 40 años de trayectoria. Murray dice que cada
compositor, con su obra, logra un lenguaje. 
¿Cómo habla usted  Haydn, cómo
habla Schumann? 
Es un pregunta muy difícil y nos tomaría mucho
tiempo responder realmente, y mucho tiempo para decir qué es realmente la
música. Pero creo que es en la tonalidad, en otras palabras, es usando lo tonos
que podemos expresar todo el universo. Y cómo funciona entre ellos, qué es lo
que hace la disidencia, que es lo que hace la conciencia. Como expresan
movimiento, cómo suben, cómo baja. Todas esas cosas necesitan una explicación. 
Murray quien es director
invitado de la Academia de San Martin in the Fields, dice que
logra la comunicación con el público a través del silencio, ahí es donde siente
cómo es recibida su interpretación.
«He escogido la música que amo
y puedo tocar, seleccioné mis pasiones, son los que me han invitado a la
pasión: Chopin, Schuman… los compositores sin los que yo sería. Cuando me decidí por la Sonata de Luna de
Beethoven, pensé en hacer un gran contraste y creo que podría lograrlo con las
obras de Schubert, que es mucho más tranquilo, más reflexivo. ¿Y de qué manera
puedo presentar mejor a Schubert? Con Haydn, ése es el camino del programa», añadió. 
La primera parte
del concierto fue ese camino del que habla Murray Perahia, ahí ya era un gran
concierto, pero la segunda mitad con Chopin y Schubert, el pianista demostró
que pese a la fama y el ego, es capaz de despojarse de sí mismo para buscar
convertirse en música. Si, había técnica, pero la interpretación era más el
cúmulo de su vida, algo que a los grandes pianistas jóvenes del orbe, aún les
falta alcanzar. 
«He encontrado gente
que cuando los he escuchado, son naturalmente musicales. Casi todos tienen el
sentido y el sabor de la música. Pero porque es muy  duro tocar, no se pueden separarse de ella, esa
es una verdadera pena, tienen que mantener el amor por la música pero escucharla,
tratar de entenderla para sumergirse en ella y no ser tan técnicos, porque
demasiada técnica, o demasiada concentración en sólo la técnica, mata a la
música»,agregó.
Murray Perahia dio
una clase en el uso del pedal, 
permitiendo una pureza de armónicos, además de la brillantez en el trino
casi perfectos. Al final ofreció dos piezas más ante la ovación desbordada del
público, un Improptu de Schubert y un Intermezzo de Brahms. Su disquera
prepara una caja con 40 discos y 5 dvd para celebrar sus 40 años de carrera y
nosotros, en el cervantino, nos quedamos con la certeza de que han sido él y
Muti los momentos más altos de esta edición del festival.
Imagen:http://bit.ly/T3KeBk
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