Parte de su investigación nos recuerda que la vida es una interacción entre moléculas, tanto para destruir como para construir
Karen Rivera / Ciudad de México
Los seres humanos tenemos aproximadamente 25 mil tipos de proteínas que interpretan la sinfonía de la vida de manera autónoma y, a pesar de que son fundamentales en el organismo, todo el tiempo están sujetas a daños. Aquí una conversación con el ganador Premio Nobel de Química en 2004, Aarón Ciechanover, científico israelí que descubrió la ubiquitina, proteína que permite eliminar del cuerpo moléculas dañadas.
Cuando se mira al espejo a diario quizá piense que ve el mismo rostro mientras se peina o maquilla, pero eso es falso, aunque no lo perciba, la química del cuerpo cambia todos los días del 5 al 10% de sus proteínas, un dato importante porque gracias a ellas puede hablar, mover los músculos y realizar sus actividades cotidianas, sin ellas moriría de inmediato. La maquinaria que le permite deshacerse de las proteínas dañadas y viejas, y al mismo tiempo renovarlas, se llama ubiquitina y pertenece al sistema proteolítico.
«Si estamos acumulando en el cuerpo, si no eliminamos las proteínas dañadas, podemos contraer enfermedades como el cáncer, el cáncer es causado por las proteínas llamadas oncogenes; o podemos contraer enfermedades cerebrales como el Alzheimer o Parkinson, porque las proteínas están acumuladas en el cerebro. Las proteínas se acumulan en el cerebro y no pueden moverse y, por lo tanto, necesitan del sistema proteolítico que las quitará y las arrojará a la basura para limpiar el cuerpo y producir nuevas proteínas en su lugar.»
Ciechanover asegura que el talón de Aquiles de las proteínas es su sensibilidad. Son una metáfora de la existencia humana, porque, así como dependen de la temperatura y el oxígeno, al mismo tiempo estos elementos pueden dañarlas si les llegan en cantidades superiores o inferiores a lo que necesitan. El descubrimiento del sistema proteolítico y la ubiquitina sienta las bases para el desarrollo de tratamientos contra enfermedades que se pensaban sin cura.
«Descubrimos el sistema que elimina y destruye la base de proteínas defectuosas y permite que entren nuevas proteínas, es un descubrimiento muy, muy importante, porque con base en él se desarrollaron muchos medicamentos para el cáncer y nuevos medicamentos para enfermedades cerebrales serán descubiertos. Y por eso ayudamos a millones de personas en todo el mundo, incluso en México.»
El premio Nobel de Química asegura que las proteínas son la esencia de la vida.
«Las proteínas son nuestros componentes principales. Nosotros estamos hechos de proteínas. El rojo, el color de la sangre, proviene de una proteína muy importante llamada hemoglobina, que transporta oxígeno a los tejidos, el movimiento es impulsado por proteínas, los anticuerpos que nos inmunizan contra el coronavirus son proteínas, los ojos y la señal que vemos, ya sabes, el hecho de que podemos ver e interpretar una imagen en nuestro cerebro está hecho de las proteínas básicas, proteínas que son la esencia de la vida.»
Aarón Ciechanover asegura que lo mejor que pueden hacer las personas por ellas mismas es que su profesión sea su pasatiempo, para el experto en bioquímica la ciencia es su pasatiempo. Con esta investigación nos recuerda que la vida es una interacción entre moléculas, tanto para destruir como para construir.