Luciana Kaplan estrena su más reciente documental en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, una cinta que acompaña la campaña de Marichuy, mujer indígena que buscó ser candidata presidencial
Ciudad de México (N22/Julio López).- Parece una historia de ficción, que sucedo en otro país y en otra época, pero en realidad ocurrió México hace apenas unos años. En 2017, María de Jesús Patricio Martínez, «Marichuy», una mujer indígena de Tuxpan, Jalisco, buscó la presidencia de la República Mexicana apoyada por el Congreso Nacional Indígena. La cineasta Luciana Kaplan registró este proceso y lo plasmó en el documental La vocera.
En 2012, la directora presentó un caso similar en La revolución de los alcatraces. en aquella ocasión retrató la lucha de Eufrosina Cruz, a quien le niegan el derecho a ser presidenta municipal, entonces emprende una batalla de igualdad de género en las comunidades indígenas. En esencia, ambos trabajos son similares, pero en el fondo cada movimiento social y político busca cosas diferentes.
«Mientras Eufrosina quería llegar al poder, al gobierno, ser parte de este gobierno, ellos quieren buscar la autonomía y mas bien apostar por la organización comunitaria. Creo que la visión que tienen es similar porque son grupos indígenas y tienen mucho en común; creo que la visión es totalmente distinta.»
Con el respaldo de 840 delegados provenientes de 60 pueblos indígenas Marichuy es elegida vocera del Congreso Nacional Indígena y el 7 de octubre de 2017 presentó su registro ante el Instituto Nacional Electoral como candidata independiente. Para ser aceptada, antes tenía que reunir más de 800 mil firmas. Así empieza su campaña por el territorio mexicano.
«Lo que yo pienso es que no habría este tipo de organización ni de lucha, no existiría Marichuy, no existiría el Congreso Nacional Indígena, si no existiera el EZLN, creo que es muy evidente tanto en la película, como para todos, que ahí surge, que las armas a lo mejor no son la forma, pero hay otra manera, que es a lo que el EZLN apostó después del levantamiento, que la clave está en la organización y en la autonomía.»
La vocera es un documental de documentales, plagado de pequeñas historias, recogidas en el norte, centro y sur del país. Personas con diferente tradiciones y culturas hablan de problemas similares, hombres y mujeres que luchan contra la discriminación y el olvido, que se suman contra la corrupción. La candidatura de Marichuy sólo tiene un propósito: que la voz de los pueblos indígenas se vuelva a escuchar.
«De norte a sur, en medio, todas las comunidades están un poco luchando contra despojo de un montón de proyectos y en resistencia y es algo que no se conoce. Nosotros fuimos viendo cómo de un estado al otro, el discurso es el mismo. Nos están sacando, no están haciendo a un lado, todo esa problemática que es muy fuerte, que es a nivel mundial, es algo que está sucediendo en todos lados; no necesariamente uno tiene que ser indígena para que pasen esas cosas.»
Su postura es clara: si el progreso significa despojo y muerte, están en contra y en ese sentido, en el sur, se da una lucha feroz en contra de la construcción del tren maya.