- La autora argentina Nerea Liebre presentó su texto editado por El Naranjo, y dijo que el libro es inteligencia, desarrolla la creatividad, las emociones y cumple cierto rol de mediador
Por Karen Rivera
“El libro nace de dos ideas: de mi gusto por el circo y de la cadena de favores. Cuando era chica me encantaba ir a esos lugares, siempre imaginaba que los actores circenses hacían algo más después de la función, pensaba que el contorsionista usaba su habilidad, no sé, para rascarse la espalada cuando algo le picaba fuera del escenario”, puntualizó la autora.
Cirkótico y el enigma de la hechicera pretende rescatar dos valores: la solidaridad como práctica altruista contagiosa y el trabajo en equipo. Los hermanos Tadeo y Ema, quienes escaparon de un orfanato y de manera accidental se sumaron a Cirkótico, un circo poco ordinario, son los encargados de presentar a niños y adultos lectores, un abanico de seres fantásticos: un mago vanidoso, un humorista malhumorado y un amigo homosexual, son algunos de los personajes principales.
De acuerdo con la escritora, “estamos viviendo en un época donde los chicos entienden todo y hay que hablarles de todo, hoy hay lecturas sobre muerte, divorcio, adopción, no debemos escapar como autores de estos temas. La homosexualidad es interesante para debatir en familia, como lo es cada personaje en la novela. Tenemos que hablarles con sinceridad, contarles la realidad, los autores se están adaptando a esta modernización que hay de la literatura”.
-Sin embargo, la literatura en papel enfrenta un reto frente a medios como la televisión o internet ¿Cómo lograr que un niño prefiera leer una novela en lugar de ver una serie televisiva?
-Competir con un libro contra los medios de distracción como internet o televisión sólo es
posible apelando a la solidaridad de los padres, es decir, el padre se tiene que interesar en qué lee su hijo, en acercarlo a la literatura. Apelando a la solidaridad de ellos es que uno compite con tanta tecnología. El libro es inteligencia, desarrolla la creatividad, las emociones y cumple cierto rol de mediador. Depende también de los padres que los pequeños pasen diez o media hora por día delante de una computadora.
Escuche no hace mucho a Bill Gates diciendo que él le permite a sus hijos dos horas diarias de computadora, y ahí estamos hablando del genio de internet, así que con más razón todos deberíamos seguir su ejemplo.
Ilustrado por el mexicano Israel Barrón, Cirkótico y el enigma de la hechicera está dirigido a niños mayores de 11 años, aunque la escritora lo recomienda para lectores más pequeños, acompañados de sus padres. De acuerdo con la autora, los lectores de la novela se van a encariñar tanto con los personajes que siguen vivos fuera del libro a través de un blog (http://cirkotico.blogspot.mx/), Facebook (Cirkótico) y Twitter (@Cirkotico).
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