- «La inclusión de la segunda vuelta en la elección presidencial, podría ser una alternativa para dotar de una mayor “credibilidad y legitimidad” los procesos, y de esta forma evitar lo ocurrido en los comicios de 2006 y 2012», Héctor Zamitiz, académico
Por Antonio Hernández
CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).-
El reto más grande que enfrenta la reforma política es que los legisladores terminen su trabajo y no la dejen a medias, consideró el doctor en Ciencia Política por la Universidad nacional Autónoma de México, Héctor Zamitiz.
El politólogo refiere que si bien es positivo que se discutan cambios en la estructura de nuestros sistema político, es necesario que los legisladores den un marco jurídico a la brevedad para que las modificaciones que se realicen no queden en el papel, “como ocurrió con las reformas de finales de 2012, a las que aún no se ha hecho una legislación reglamentaria que permita su operatividad”, abundó.
Dichas reforma decretada por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa incorporó a la Constitución las candidaturas independientes, la consulta popular, la iniciativa ciudadana y procedimientos que terminaron con el vacío legal existente en el caso hipotético de ausencia absoluta del titular del Ejecutivo federal.
Entre los principales retos de la reforma política, actualmente en el Senado y que se prevé termine su discusión en esta Cámara este jueves, tiene la segunda vuelta en elección presidencial, asevera el académico de la máxima casa de estudios.
A su parecer, la inclusión de la segunda vuelta en la elección presidencial, podría ser una alternativa para dotar de una mayor “credibilidad y legitimidad” los procesos, y de esta forma evitar lo ocurrido en los comicios de 2006 y 2012.
En este tópico, los partidos de oposición, PAN y PRD, se muestran interesados en su aprobación; sin embargo, el PRI es renuente a la misma como lo ha reiterado en múltiples ocasiones su líder nacional César Camacho Quiroz al asegurar que “decanta la expresión democrática, porque más que votar a favor de alguien, parece la inducción a votar en contra de alguien”.
Asimismo, respecto a la reelección de diputados y senadores, que también se contempla, observa que es ésta la prioridad por sobre los ediles; y pese a que considera que es una medida parcial ve en esta propuesta una oportunidad para ayudar en la profesionalización a los servidores públicos, pues la “ciudadanía vigilaría más a los candidatos”, obligándolos a una mayor “transparencia y rendición de cuentas”.
Respecto a la propuesta en las que los institutos políticos han logrado coincidencia como es el de la creación del Instituto Nacional de Elecciones, que sustituirían al Instituto Federal Electoral; aunque con diferencias en sus facultades, el experto prevé que éste quedará como un órgano semidecentralizado.
En cuanto a su funcionalidad considera que debe dotársele de facultades para anular la participación de un candidato en las elecciones en caso de rebasar el tope de gastos de campaña, obligar a los partidos a ser más transparentes en el presupuesto que se asigna para su funcionamientos; así como el gasto que hagan en la propaganda de sus actividades y candidatos.
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