- La Sara de Sergio Ramírez no es un personaje pasivo u obediente, se ha dicho que es el paradigma de la obediencia pero no, sus acciones tienden a modificar la historia. Es una mujer donde hierven las pasiones y los sentimientos
Distrito Federal, 18/06/15, (N22).- Sara lo llama el Mago. Sí,
Sara la esposa de Abraham. Ella no entiendo con quién habla su marido, no tiene
rostro ni cuerpo, dice que es Dios, pero no se parece a esos dioses visibles en
figurillas de arcilla que ha visto en los templos de Ur que conoce. Por eso
debe de ser un mago, como los que conoció en las calles, que convierten
bordones en serpientes o sacan pichones de la boca. Sara es rebelde, hace
preguntas, desafía con humor, critica a su esposo, intenta comprender el mundo
en que vive. Así es Sara, protagonista de la más reciente novela de
Sergio Ramírez.
Sara la esposa de Abraham. Ella no entiendo con quién habla su marido, no tiene
rostro ni cuerpo, dice que es Dios, pero no se parece a esos dioses visibles en
figurillas de arcilla que ha visto en los templos de Ur que conoce. Por eso
debe de ser un mago, como los que conoció en las calles, que convierten
bordones en serpientes o sacan pichones de la boca. Sara es rebelde, hace
preguntas, desafía con humor, critica a su esposo, intenta comprender el mundo
en que vive. Así es Sara, protagonista de la más reciente novela de
Sergio Ramírez.
«Hacia una comprensión del
mundo en que vive. Su rebeldía, su curiosidad, su sentido del humor lo usa
para tratar de descubrir el rostro de este enigmático ser que habla con su
marido y le da las órdenes. Ella quiere entenderse directamente con él, siempre
está reclamando porqué esta presencia tan abrumadora en sus vidas. ¿Por qué los
ha escogido a ellos, una simple pareja en el desierto y no a otros? Ella quiere
saber y tener un encuentro cara a cara con él. Y vive pugnando a lo largo de la
narración por lograrlo», comentó el escritor nicaragüense.
mundo en que vive. Su rebeldía, su curiosidad, su sentido del humor lo usa
para tratar de descubrir el rostro de este enigmático ser que habla con su
marido y le da las órdenes. Ella quiere entenderse directamente con él, siempre
está reclamando porqué esta presencia tan abrumadora en sus vidas. ¿Por qué los
ha escogido a ellos, una simple pareja en el desierto y no a otros? Ella quiere
saber y tener un encuentro cara a cara con él. Y vive pugnando a lo largo de la
narración por lograrlo», comentó el escritor nicaragüense.
La novela de Sergio Ramírez
con Sara y Abraham, surge de la curiosidad que le implica leer la Biblia, pero
no en un sentido religioso. Según el autor, su encuentro con este texto fue a través de su abuela protestante, quien leía la Biblia en voz alta.
con Sara y Abraham, surge de la curiosidad que le implica leer la Biblia, pero
no en un sentido religioso. Según el autor, su encuentro con este texto fue a través de su abuela protestante, quien leía la Biblia en voz alta.
«Conservo la Biblia de mi
abuela, que es la de Cipriano de Valera y de Casiodoro de Reina, la traducción
luterana-española. Pero volver a la Biblia es por razones literarias, en busca
de historias, de personajes, tratando de asombrarme de estas historias porque
yo creo que las lecturas de la Biblia ha hecho perder el asombro, leerlo por
razones religiosas, creer que lo que está ahí establecido es la palabra de
Dios, nada puede corregirse, por lo tanto no hay asombro».
abuela, que es la de Cipriano de Valera y de Casiodoro de Reina, la traducción
luterana-española. Pero volver a la Biblia es por razones literarias, en busca
de historias, de personajes, tratando de asombrarme de estas historias porque
yo creo que las lecturas de la Biblia ha hecho perder el asombro, leerlo por
razones religiosas, creer que lo que está ahí establecido es la palabra de
Dios, nada puede corregirse, por lo tanto no hay asombro».
La Sara de Sergio Ramírez no
es un personaje pasivo u obediente, se ha dicho que es el paradigma de la
obediencia pero no, sus acciones tienden a modificar la historia. Es una mujer
donde hierven las pasiones y los sentimientos, y en cierta medida podemos
leerla como una mujer del siglo XXI.
es un personaje pasivo u obediente, se ha dicho que es el paradigma de la
obediencia pero no, sus acciones tienden a modificar la historia. Es una mujer
donde hierven las pasiones y los sentimientos, y en cierta medida podemos
leerla como una mujer del siglo XXI.
Comenta Sergio que no hay duda, la modernidad
del siglo XXI tiene que ver con la transformación del rol de la mujer en la
sociedad, pero la sociedad patriarcal sigue ahí en la medida que tiene una raíz
rural.
del siglo XXI tiene que ver con la transformación del rol de la mujer en la
sociedad, pero la sociedad patriarcal sigue ahí en la medida que tiene una raíz
rural.
«Llamamos sociedad patriarcal a la sociedad de los patriarcas, y en
América Latina el patriarca ha tendido a convertirse en caudillo, y el caudillo
al dictador. Ha pasado del dominio feudal, rural, al dominio de la política. Y
es un mundo patriarcal masculino el que ha moldeado a las sociedades
latinoamericanas. En eso sí estoy de acuerdo».
América Latina el patriarca ha tendido a convertirse en caudillo, y el caudillo
al dictador. Ha pasado del dominio feudal, rural, al dominio de la política. Y
es un mundo patriarcal masculino el que ha moldeado a las sociedades
latinoamericanas. En eso sí estoy de acuerdo».
Sara está a contracorriente
de Abraham, por eso Sergio Ramírez coincide con el novelista israelí David
Grossman, cuando dice: Si Dios le hubiera pedido sacrificar a su hijo ella se
hubiera negado, por eso, mejor se entiende con Abraham.
de Abraham, por eso Sergio Ramírez coincide con el novelista israelí David
Grossman, cuando dice: Si Dios le hubiera pedido sacrificar a su hijo ella se
hubiera negado, por eso, mejor se entiende con Abraham.
Imagen: http://bit.ly/1IRS3CN
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