- Yo nunca me atrevería a condenar el deseo de un inmigrante por mejorar el destino de su familia, de querer ir a otro lado del planeta. Yo no concibo a los países como propiedades privadas.
Por Víctor Gaspar
Ciudad de México, 16/02/16, (N22).- La
historia de un haitiano que viaja a Canadá para trabajar temporalmente con un
político del norte de Quebec sirvió al cineasta Philippe Falardeau para
plantear su película Guibord se va a la
guerra, cinta que inauguró la muestra Quebecine en la Cineteca Nacional.
historia de un haitiano que viaja a Canadá para trabajar temporalmente con un
político del norte de Quebec sirvió al cineasta Philippe Falardeau para
plantear su película Guibord se va a la
guerra, cinta que inauguró la muestra Quebecine en la Cineteca Nacional.
“Quise
explorar un poco las contradicciones en nuestra democracia. Explorar también la
responsabilidad del ciudadano en el debacle de la democracia, porque es fácil
responsabilizar a las cabezas del poder, apuntar con el dedo hacia los
políticos, por cualquier razón. Pero lo que me interesaba éramos nosotros, los
electores, los ciudadanos, porque es nuestra responsabilidad la participación
política. Pero quería hacerlo de manera cómica, porque la política si es muy
técnica, se vuelve vacía y puede llegar a dormir al espectador”, comentó Philippe
Falardeau,director de cine quebequense.
explorar un poco las contradicciones en nuestra democracia. Explorar también la
responsabilidad del ciudadano en el debacle de la democracia, porque es fácil
responsabilizar a las cabezas del poder, apuntar con el dedo hacia los
políticos, por cualquier razón. Pero lo que me interesaba éramos nosotros, los
electores, los ciudadanos, porque es nuestra responsabilidad la participación
política. Pero quería hacerlo de manera cómica, porque la política si es muy
técnica, se vuelve vacía y puede llegar a dormir al espectador”, comentó Philippe
Falardeau,director de cine quebequense.
Falardeau
cobró notoriedad en nuestro país por el filme Señor Lazhar, de 2011, cinta que que explora el recurrente tema en
la cinematografía del quebequense: la migración. Tema que vuele a explotar en
2014 en su filme The good lie, con la
actuación de Reese Whitherspoon.
cobró notoriedad en nuestro país por el filme Señor Lazhar, de 2011, cinta que que explora el recurrente tema en
la cinematografía del quebequense: la migración. Tema que vuele a explotar en
2014 en su filme The good lie, con la
actuación de Reese Whitherspoon.
“Sí,
he privilegiado desde que hago cine la mirada de otros sobre nosotros antes que
la mirada de nosotros sobre nosotros mismos. Es mucho más interesante tener a
alguien extranjero como el Señor Lazhar,
una película sobre un inmigrante argelino, probablemente porque aprendí a hacer
cine viajando por el mundo. Detesto todo aquello que homogeniza”.
he privilegiado desde que hago cine la mirada de otros sobre nosotros antes que
la mirada de nosotros sobre nosotros mismos. Es mucho más interesante tener a
alguien extranjero como el Señor Lazhar,
una película sobre un inmigrante argelino, probablemente porque aprendí a hacer
cine viajando por el mundo. Detesto todo aquello que homogeniza”.
“Yo
estudié ciencias políticas y relaciones internacionales. Pero si no hubiera
tenido la oportunidad de trabajar para la televisión nacional y de viajar
siendo joven con una cámara y hacer películas por todo el mundo, en África como
en el oriente, Centroamérica y el América del Sur yo no sería cineasta
actualmente. Eso cambió mi vida y también determinó la elección de mis
películas. Casi todos mis películas son sobre inmigrantes y tiene un aporte
exterior”.
estudié ciencias políticas y relaciones internacionales. Pero si no hubiera
tenido la oportunidad de trabajar para la televisión nacional y de viajar
siendo joven con una cámara y hacer películas por todo el mundo, en África como
en el oriente, Centroamérica y el América del Sur yo no sería cineasta
actualmente. Eso cambió mi vida y también determinó la elección de mis
películas. Casi todos mis películas son sobre inmigrantes y tiene un aporte
exterior”.
La
postura de Philippe Falardeau es clara: “nací en un país, en una democracia
rica, donde no hay guerra, donde no hay enfermedades, donde no hay sismos. Si
yo hubiera nacido en un país donde la política fuera violenta o donde la gente
tuviera dificultades para comer, habría hecho probablemente lo mismo,
habría buscado mejorar mi situación yéndome a otro lado del planeta. Yo nunca
me atrevería a condenar el deseo de un inmigrante por mejorar el destino de su
familia, de querer ir a otro lado del planeta. Yo no concibo a los países como
propiedades privadas. Comprendo que los estados deben administrar, controlar,
vigilar. Pero jamás me atrevería a condenar a un refugiado o un inmigrante, a
veces ilegal, por desear mejorar el destino de su familia”.
postura de Philippe Falardeau es clara: “nací en un país, en una democracia
rica, donde no hay guerra, donde no hay enfermedades, donde no hay sismos. Si
yo hubiera nacido en un país donde la política fuera violenta o donde la gente
tuviera dificultades para comer, habría hecho probablemente lo mismo,
habría buscado mejorar mi situación yéndome a otro lado del planeta. Yo nunca
me atrevería a condenar el deseo de un inmigrante por mejorar el destino de su
familia, de querer ir a otro lado del planeta. Yo no concibo a los países como
propiedades privadas. Comprendo que los estados deben administrar, controlar,
vigilar. Pero jamás me atrevería a condenar a un refugiado o un inmigrante, a
veces ilegal, por desear mejorar el destino de su familia”.
Imagen:http://bit.ly/1R6QJQt
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