Redacción/CDMX
En Londres convertirse en taxista no es nada sencillo, desde 1856, lo operadores de estos vehículos deben pasar un examen conocido como el “examen de conocimientos”, donde el examinado debe saber de memoria miles de calles, lugares emblemáticos y rutas dentro de la ciudad.
Se considera que es uno de los exámenes más difíciles a los que alguien se puede someter.
Con ello en cuenta, neurocientíficos londinenses decidieron estudiar cómo cambia el cerebro en respuesta a la gran demanda espacial y de navegación a que se someten los aspirantes.
Un estudio publicado en el año 2000 encontró que los taxistas aumentaban su hipocampo a medida que aumentaban los años de conducción.
El hipocampo es la parte del cerebro implicada en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, la cual afecta principalmente a las personas mayores y provoca pérdida de memoria y dificultades para orientarse, entre otros síntomas.
Un nuevo estudio de la Universidad de Harvard encontró que entre conductores de taxi y ambulancia en Estados Unidos la tasa de muerte por Alzheimer es 56 por ciento menor que el de la población general a cualquier edad.
Sin embargo, ello no aplica a quienes manejan autobuses, aviones o barcos, donde las rutas suelen ser automáticas.
Así que la pregunta es si otras actividades cognitivas como juegos y simulaciones centradas en mejorar la memoria espacial y de navegación ayudaría a reducir el riesgo de padecer Alzheimer.
Aunque hasta el momento no existe ninguna actividad que haya demostrado reducir ese riesgo.
Por lo que quizá no sea mala idea dejar de utilizar los sistemas de navegación de vez en cuando y perderse regularmente.
(Con información de Time)