Redacción/CDMX
Los primeros ancestros del humano, no comían carne o ingerían muy poca, es lo que ha descubierto el Instituto Max Planck de Química y la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica.
Se analizaron muestras de esmalte dental de siete homínidos del género australopithecus que vivieron hace unos 3,5 millones de años en el sur de África.
“El esmalte dental es la sustancia más dura del cuerpo” asegura la geoquímica Tina Lüdcke.
Así que a menudo conserva una huella isotópica de la alimentación animal.
Los isótopos son variedades de peso de un átomo que pueden coexistir y la porción de isótopos de nitrógeno en la parte orgánica del esmalte puede perdurar millones de años.
Los carnívoros tienen una mayor porción de nitrógeno pesado respecto al ligero en el caso de herbívoros.
De esta forma se encontró que las proporciones de isótopos de nitrógeno en los dientes del australopitecus eran bajas, muy similares a las de los herbívoros.
Tradicionalmente se considera que el consumo de carne en la dita humana proporcionó proteínas que habrían contribuido al desarrollo cerebral, sin embargo, esta teoría se ha cuestionado últimamente.
(Con información de DeutscheWelle)