Redacción/CDMX
Históricamente la piña en la pizza ha sido controversial desde que el chef canadiense Sam Panapoulos la introdujo en la década de los 60, desafiando las tradiciones culinarias italianas.
Desde entonces, la combinación ha generado reacciones encontradas; hay quienes la aman y quienes la odian.
Recientemente una pizzería en Norwich, Inglaterra, decidió incluir piña en su menú de entrega a un exorbitante precio de £100 (aproximadamente $122).
Este precio es notablemente alto en comparación con el costo habitual de una lata de piña en un supermercado.
Quin Jianoran, el chef principal de Lupa Pizza, afirmó que la inclusión de piña en su menú es una declaración en medio del debate, aunque hasta el momento no han recibido pedidos de la pizza a £100.
La reacción en línea ha sido significativa, y el restaurante ha prometido considerar la inclusión de la pizza con piña en su menú regular si una encuesta local muestra apoyo suficiente.
Aunque los pizzeros italianos han tradicionalmente rechazado la piña, algunos chefs, como Gino Sorbillo en Nápoles, han intentado desafiar estos prejuicios al incluir la piña en sus menús.
La piña ha entrado hasta en la política cuando casi desencadenó una crisis política. En 2017, el entonces presidente de Islandia, Guðni Th. Jóhannesson, tuvo que aclarar que no prohibiría la pizza de piña en su país (y que ni siquiera tenía el poder de legislar sobre una medida semejante) después de que su desagrado por la combinación se volviera viral.
Mientras no existan regulaciones legales en los ingredientes que se colocan en la pizza, cada persona es libre de explorar y disfrutar de combinaciones que desafíen las normas tradicionales.
(Con información de CNN)