Redacción/CDMX
Se dice que la lluvia es de gran ayuda cuando se presenta un incendio forestal ya que actúa como agente extintor del fuego.
Pero en otras algunas otras ocasiones esto puede resultar nocivo para la salud, entre otros factores.
La lluvia negra es el resultado de la mezcla del agua con el hollín transportado por el humo que generan los incendios forestales. Este polvo es el producto de la combustión incompleta de los hidrocarburos.
La Asociación de Jefes de Bomberos del Oeste, comento que, si llueve lo suficiente, “la humedad puede reducir la intensidad del siniestro al humedecer el combustible existente, como árboles y plantas. Esto dificulta la propagación del fuego y puede ayudar a los bomberos en sus esfuerzos por controlar y extinguir las llamas”.
Los causantes principales de la lluvia negra son la quema de combustibles fósiles, incendios forestales, contaminación urbana y emisiones vehiculares.
Este fenómeno puede llegar a causar enfermedades respiratorias crónicas como: el asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y alergias.
Además, puede ocasionar que las personas que estén expuestas a la lluvia negra y al humo de los incendios puedan presentar síntomas como tos, irritación en los ojos y dificultad para respirar.
Ante este fenómeno ambiental los expertos sugieren a la población evitar cualquier exposición directa al aire contaminado o actividades al aire libre y si se padece de alguna enfermedad respiratoria, es recomendable el uso de mascarillas para filtrar las partículas de aire.
(Con información de National Geographic)