Redacción/CDMX
Japón es hogar de algunas de las empresas más antiguas del mundo, y ninguna ha perdurado tanto como Kongō Gumi.
Esta compañía de construcción, fundada en el año 578 d.C., fue creada cuando el príncipe Shōtoku, que deseaba construir un templo budista en un Japón mayoritariamente sintoísta, recurrió a carpinteros especializados de un reino budista, en lo que hoy conocemos como Corea. Kongō Shigetsu, uno de estos carpinteros, fundó la empresa.
Esta empresa no solo construyó el primer templo budista, sino que también creó el Castillo de Osaka y sembró lo que sería el inicio de su larga permanencia empresarial en el mundo.
Kongō Gumi se caracterizó por poseer a los trabajadores más calificados, aquellos aprendices que se integraban a la empresa, debían trabajar durante diez años para perfeccionar su oficio y para ser considerados maestros carpinteros tenían que trabajar durante otra década.
A lo largo de los años, Kongō Gumi ha sufrido cambios conforme a la historia, ejemplo de ello, es que durante la Segunda Guerra Mundial, la empresa se dedicó a la construcción de ataúdes, ya que la construcción de templos se paralizó.
También mostraron su voluntad de incorporar nuevas tecnologías, manteniendo al mismo tiempo los métodos de construcción tradicionales. Garantizando su trabajo de calidad y excelencia a través de los años.
Es así como esta empresa, liderada inicialmente por el carpintero jefe, siguió la tradición 40 generaciones después, hasta la actual carpintera jefe número 41, que aunque desafortunadamente, la familia Kongō ya no participa en la gestión de la empresa, es impresionante ver cómo ha sobrevivido 1400 años y sigue siendo relevante para la industria.
(Con información de MyModernmet)