Redacción/CDMX
El cuidado de las crías siempre se ha relacionado con las madres, pero aunque parezca asombroso en el reino animal existen especies donde el macho es quien lleva la responsabilidad de cuidar al bebé hasta que eclosiona del huevo.
En primera instancia tenemos a los caballitos de mar, machos, tienen bolsas de piel en donde fertilizan e incuban los huevos, a su vez, estos reciben calcio y otros nutrientes para su desarrollo.
Por otro lado, las chinches acuáticas gigantes, que son insectos depredadores gigantes de hasta 3 pulgadas, la hembra pone 100 huevos cilíndricos o más en el lomo del macho que los protegerá hasta su eclosión.
Algunas especies de peces como el bagre cuco o el pez ciclido incuban sus huevos fertilizados detrás de sus mandíbulas esto se conoce como “melancolía bucal”, mientras que las ranas guardianas suaves macho cuidan a los huevos hasta que eclosionan, después los renacuajos suben al lomo del padre hasta que encuentre un estanque donde puedan seguir su desarrollo.
Los Ñandúes macho cuidan los huevos durante seis semanas, al eclosionar, los padres cuidan a las crías durante seis meses más, otro padre prodigioso es el pingüino emperador macho que incuba un huevo caliente en su bolsa de cría durante 67 días sin comer durante la incubación.
La mantis religiosa macho, no cuida a las crías, más bien se sacrifica como alimento para la hembra que producirá más huevos y le brinda aminoácidos, por último el águila calva macho elige turnarse en la incubación y cuidado de la cría al nacer.
(Con información de Popular Science)