Redacción/CDMX
En el estado de Connecticut, EE.UU una familia tomó la decisión de aislarse completamente del internet y las redes sociales.
Esto, para tener una convivencia familiar que según la familia, reforzaría la unidad entre ellos.
La promesa de Kate Bulkeley (hermana mayor de la familia) de mantenerse alejada de las redes sociales funcionaba bien, empezaba a tener más tiempo de lectura, pasaba el tiempo con su familia como objetivo principal y también, obtenía calificaciones excelentes en la escuela.
Esta promesa se la hizo Kate a su madre ya que, aún cuando era considerada con la suficiente edad para tener redes sociales, su madre no quería que las tuviera, por el peligro que estas le representaban.
Por otro lado, Gabriela Durham, estudiante de último año en la secundaria de Brooklyn tuvo una situación similar cuando su madre, Helena, le prohibió tener un teléfono celular y otro tipo de contacto con las mismas redes por la preocupación de los daños mentales que provocaba tenerlas.
Después de cierto tiempo, surgieron problemas inesperados para ambas chicas. Kate, se perdió de una reunión del gobierno estudiantil organizada en Snapchat.
Su equipo del Modelo de las Naciones Unidas también se comunica en las redes sociales, lo que le provoca problemas de programación.
Incluso el club de estudios bíblicos de su escuela secundaria de Connecticut usa Instagram para comunicarse con los miembros continuamente.
La chica y su familia resintieron completamente el no haber contado con ninguna red social, ya que el no uso de estas, interrumpieron actividades de su escuela en dterimento de ella misma.
Mientras tanto, Gabriela, se perdió de invitaciones por parte de sus compañeros a la fiesta de graduación y tuvo que recurrir a sus maestros para poder conseguir un boleto de última hora.
Su madre, le ofreció diversas disculpas ya que se sintió responsable de que casi se perdiera su fiesta de graduación por no permitirle tener un teléfono celular.
Con las consecuencias dañinas de las redes sociales cada vez más documentadas, algunos padres están tratando de criar a sus hijos con restricciones o prohibiciones generales.
Los propios adolescentes son conscientes de que demasiadas redes sociales son malas para ellos, y algunos están iniciando “limpiezas” de redes sociales debido al costo que esto tiene en su salud mental y sus calificaciones.
(Con información de AP)