Estudiar la risa, una cuestión muy seria

Redacción/CDMX

“La risa es crucial para nuestra experiencia humana de coordinarnos e interactuar con otra gente, pero no sabemos demasiado al respecto, aseguró Stefanie Höhl, profesora de psicología evolutiva de la Universidad de Viena.

Actualmente, la especialista trabaja en el proyecto Laughing Together, estudio financiado por la Unión Europea que busca abordar la felicidad desde otros puntos de vista.

El estudio psicológico y neurocientífico de la risa se ha visto eclipsado por la necesidad de estudiar emociones negativas que afectan la salud mental, como la ansiedad y el miedo.

En ese sentido, la doctora Carolina Pletti, investigadora de la misma universidad, afirma que las emociones positivas, como la risa, no se han investigado tanto “porque su impacto social y clínico no es tan inmediato”.

La capacidad de la risa para facilitar los vínculos sociales se debe a que libera endorfinas en el cuerpo las cuales aportan un factor de bienestar.

Tanto Pletti como Hölt quieren conocer mejor qué es lo que pasa en el cerebro con la risa, un proyecto que finalizará hasta marzo de 2024.

Actualmente, emparejan a voluntarios para observar su actividad cerebral cuando ambas se ríen de algo a la vez, mediante la proyección de videos de animales haciendo travesuras.

La actividad cerebral es rítmica. Ya se sabe que el habla y la música ayudan a sincronizar las oscilaciones cerebrales entre las personas.

Cuando dos mentes se sincronizan en la misma longitud de onda, procesan la infromación más rápidamente, lo que resulta en que la comunicación es más fluida y en que se facilita la interacción y cooperación.

Aparentemente, en la primera vez que se observan las dinámicas en dos cerebros que interactuan en tiempo real, así como el impacto de la risa en adultos y en niños.

Entre los primeros resultados, se encontró que si bien, reírse juntos aumenta la sincronía neuronal esta no dura mucho tiempo, pues se ha detectado que las oscilaciones cerebrales duran alrededor de cinco minutos.

Las investigadoras consideran que en el futuro, la risa podría ser una técnica educativa en escuelas y aplicarse en el mundo laboral, si es que se confirma que reírse juntos beneficia el comportamiento positivo, lo que ayuda a los niños a llevarse bien.

Por otro lado, en la Universidad de Ámsetrdam, se desarrolla una investigación llamada Positive Emotions Project, la cual se centra en diecisiete emociones, entre ellas la gratitud, el asombro, la diversión, la compasión y el alivio que no cuentan con estudios detallados y coordinados.

Es dirigido por la psicóloga social Disa Sauter y ha analiado los pensamientos y sentimientos de más de 30 mil personas de todo el mundo para comaprar distintas emociones positivas.

Uno de los objetivos es estudiar las expresiones faciales de las personas al mostrar emociones positivas.

Esto podría ayudar a personas que no saben comunicarse con palabras como bebés o niños, además podría beneficiar a quienes presentan transtorno del espectro autista o a quienes padecen demencia.

(Con información de El País)