Redacción/CDMX
El desengaño, la traición, la pasión, los triángulos y la crueldad de los villanos son parte de las historias de las telenovelas tanto de las producciones turcas como las latinoamericanas.
Tanto unas como otras han pasado por las pantallas de televisión de distintas partes del mundo y ahora viven un nuevo auge en las plataformas de streaming.
Salvo mínimas excepciones, ambas cuentan el amor y la infidelidad de una manera convencional, es decir, con un hombre, una mujer y un tercero o tercera en discordia.
En las producciones latinas se pueden presentar una exageración de los elementos sentimentales, además de crear cruces entre los personajes, de tal forma que todos los personajes suelen terminar enredados de alguna manera.
Por su parte, las turcas suelen estar enmarcadas en un contexto sociocultural, los mandatos, la rigurosidad y rigidez de algunas costumbres.
Los escenarios de las turcas suelen ser ricos en paisajes naturales y aprovechar su arquitectura característica, aprovechando no solo Estambul sino todo el país.
En el caso latino, suelen encontrar económicamente inviable rodar en exteriores, así que suelen desarrollar sus historias en interiores.
En poco más de una década, Turquía paso a ser una potencia de las telenovelas, que le provee a medio mundo.
Incluso, después de los Estados Unidos, se ubica como el segundo país que más exporta ficción televisiva, según un informe publicado en el diario El País.
Cerca de 150 series turcas se vendieron a 146 países, y se calcula que 600 millones de personas de cuatro continentes vieron al menos una.
La pandemia aumentó la demanda pero aún en la postpandemia le siguen sacando jugo.
Mucho del éxito de las historias radica en el alto nivel del drama y en los escenarios reales, pues se graba en palacios, el estrecho de Bósforo y las calles de Estambul.
La académica venezolana, Carolina Acosta, de la Universidad de Georgia, experta en ficciones, asegura que el éxito en el mercado latino de las producciones turcas tiene varias razones:
El actor turco es físicamente parecido al latino, lo cual lo hace sentir más cercano.
Además que, si en Estados Unidos las rupturas amorosas se manejan pasando la página rápidamente, en cambio nosotros necesitamos despecharnos, contárselo a alguien, poner música melodramática, “en esto, los turcos son parecidos”.
Turquía produce cerca de 80 telenovelas anuales que reflejan situaciones patriarcales, pero también muestran mujeres capaces de liberarse de la opresión y castigar a los culpables, y en los últimos años ha empezado a verse una evolución en el rol de las heroínas turcas, cercano al de las latinas.
Las tramas de ambos mercados tienen muy poco espacio destinado a escenas eróticas o de sexo.
(Con información de El Clarín)