Claudia González/CDMX
Conocido como el maestro de maestros del barroco, fue la figura central de la edad de oro holandesa, trasciende y se convierte en uno de los pintores más importantes en la historia de la civilización occidental.
Nacido en una familia acomodada, tuvo la posibilidad de estudiar y tener un amplio conocimiento de la pintura italiana.
A los 19 años ya con su propio taller, contaba con muchos clientes que pagaban sus obras, es aquí donde se adentró en el claroscuro.
Poco a poco se convirtió en uno de los artistas que mejor manejaba este concepto y su obra cobró fuerza y tuvo una personalidad arrolladora.
Más allá de la historia de la vida de este artista prolífico se pueden contar algunos datos que nos darán una visión amplia de su personalidad y vida.
Rembrandt es considerado un genio de la pintura de todos los tiempos y uno de los artistas más importante de la historia del arte.
Se cree realizó un total de 600 pinturas, más de 1000 dibujos y casi 400 grabados.
Utilizaba el mineral plumbonacrita, poco común en su época.
Se introdujo en la pintura religiosa, la mitológica, la escena de género y la pintura de historia; era muy preciso para el retrato y el autorretrato y erudito de la iconografía.
Se ganó el título de “Maestro de la luz” por su destacable técnica y capacidad de jugar con las luces y las sombras.
Rembrandt sufría estrabismo, The New England Journal of Medicine publicó un artículo en 2004 en donde menciona que se descubrió que en la mayoría de sus autorretratos salía con el ojo derecho considerablemente desviado.
Fue uno de los pocos artistas reconocidos en su época y pudo disfrutar de su fortuna.
Se cree que lo que provocó su declive económico fue su cuadro Ronda de Noche, cuyo título original era La compañía militar del capitán Frans Banninck Cocq y el teniente Willem van Ruytenburgh.
En realidad, se trataba de una escena diurna, pero la connotación nocturna del sobrenombre se debe a que, cuando años después de ser pintado apareció el lienzo, estaba tan deteriorado que se creyó que era una escena de noche.
Está pintura se realizó por encargo de todos los integrantes del cuadro, sin embargo, a la entrega de la obra no todos los personajes tenían el mismo protagonismo o su cargo no se mostraba con claridad, no hubo pago, pero si muchas quejas.
En el Museo del Prado solo hay un cuadro de Rembrandt, es el de Judit en el banquete de Holofernes.
Los modelos de sus obras eran su mujer, su hijo y en ocasiones, hasta a su amante representando a todo tipo de personajes, desde bíblicos e históricos, hasta mitológicos o cotidianos.
Se convirtió en el maestro de muchos pintores, en su taller se crearon muchas obras de distintos artistas que trabajaban con él, con el paso del tiempo se confundieron y después de casi medio siglo de investigación, ordenada explícitamente por el gobierno de los Países Bajos en el siglo XX, se lograron identificar a algunos de sus verdaderos autores.
Ahora sí, tenemos una visión más amplia de este gran pintor barroco.