Redacción/CDMX
México, uno de los países más futboleros del mundo, con relatos típicos como, “Es que iba a ser futbolista, pero me fregué la rodilla” o el famoso “ya merito”.
En el Mundial de Qatar 2022, la selección mexicana no avanzó a octavos de final, no se conocía un fracaso tan grande desde Argentina 1978.
En medio de la desilusión nacional de cada cuatro años, la plataforma Scribd publicó un audiolibro óptimo para los tiempos de frustración, “No fue penal: una jugada en dos tiempos”, escrito por Juan Villoro y narrado por los actores José María de Tavira y Martín Altomaro.
Cuenta la historia de un jugador que, en su momento, representó la esperanza del triunfo prometido en el balompié nacional pero que, por infortunios del destino, se lesiona y acaba como un árbitro amargado.
De algún modo, Villoro aborda la mexicanidad desde una perspectiva de adaptación al fracaso, donde moran frases como el “hubiera”, el “ya merito” o el “jugaron como nunca y perdieron como siempre”.
Los jugadores son actores en el sentido de que tienen que interpretar ciertos papeles.
El jugador mexicano responde a lo que el imaginario colectivo de su afición le concede.
Es entonces cuando el jugador mexicano se muere en la cancha por interpretar el papel que su propia sociedad le ha demandado.
Villoro hace una observación, desde el futbol, de la idiosincrasia mexicana.
De este modo, también se habla de la corrupción, de la violencia, del narcotráfico, del amor, de la amistad, de la fe y de muchos otros temas, porque cuando los jugadores saltan a la cancha no sólo son jugadores: representan al pueblo mexicano, afirmó De Tavira para El Sol de México.