El Alzheimer ha sido un tema varias veces retratado en el cine, en la cinta de David Castañón se hace desde la historia de dos exiliados chilenos
Morelia, Michoacán (N22/Julio López).- No son horas de olvidar es un largometraje documental que aborda el tema de la memoria. Desde 2013, el director David Castañón siguió de cerca a Juana y a Jorge, dos exiliados chilenos que encontraron refugio en nuestro país. Juana poco a poco pierde la memoria y Jorge busca por todos los medios mantener los recuerdos vivos en la mente de su esposa.
«También es una reflexión sobre la pareja, el amor, la unión, un poco también la idea de Jorge de no ser olvidado por Juanita que es su pareja. Es esa lucha, esa lucha por mantenerse vigente en la memoria de su esposa que inevitablemente esta perdiendo la memoria», señala el cineasta.
El Alzheimer ha sido un tema varias veces retratado en el cine, como en Diario de una pasión, una historia idílica sobre la enfermedad. De manera más cruda lo encontramos en la película mexicana Observar las aves, que muestra el deterioro físico y mental de una mujer.
Sin embargo, esta historia nada tiene que ver con la ficción, éste es un retrato real, doloroso y casi morboso, sobre una mujer en el declive de su vida.
«Yo podría haber construido una historia puramente con los recuerdos lindos y las memorias placenteras de esta pareja y mis preguntas pudieron ir encaminadas hacia otra exploración, pero un poco también lo que quería mostrar, o transmitir, es ese sentido agridulce que también los personajes viven.»
No son horas de olvidar es un trabajo bien construido, que fluye y mantiene la expectativa, pero al final uno se pregunta si es correcto retratar un proceso tan doloroso, sobre todo cuando la protagonista parece no saber que está siendo filmada.