La introducción temprana de esta lengua a personas con discapacidad lingüística y auditiva y la socialización de la misma se precisa esencial para generar espacios más inclusivos
Ciudad de México (N22/Ireli Vázquez).- En el mes de septiembre existen tres fechas importantes. El día 23 se conmemora el Día Internacional de la lengua de señas; en el último domingo de éste se conmemora el Día Internacional de la Sordera; y el día 30, se conmemora el Día Internacional de las personas sordas. Según la Federación Mundial de Sordos, hasta el año 2019, se contabilizaban 72 millones de personas con esta discapacidad. Más del ochenta por ciento vive en países en desarrollo y como colectivo, utilizan más de 300 diferentes lenguas de señas. En México, se tiene conocimiento que más de 694 mil personas son sordas, de acuerdo al último Censo de Población y Vivienda, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Las lenguas de señas son idiomas naturales a todos los efectos, estructuralmente distintos de las lenguas habladas. «Muchas personas pueden llegar a pensar que las lenguas de señas es solamente deletrear con las manos, con el alfabeto manual, pero no, la lengua de señas va más allá, tiene muchos recursos dentro de lengua para habilitar la comunicación, la gestualidad tanto en el rostro como en el cuerpo es muy importante, así como para las personas oyentes la modulación en el ritmo de la voz influye, así para nosotros la gestualidad junto con el rostro , el cuerpo, las manos se establece la comunicación. Muchas veces vemos que se seña, pero no hay una buena gestualidad y eso es importante», mencionó en entrevista Nahet Cortés, colaborador del Instituto de Asistencia Psicopedagógica Para Personas Sordas (IAPPPS).
No puede existir una lengua de señas universal, pues así como los idiomas o las lenguas que existen en cada región del mundo, la lengua de señas se modifica. Existe también un lenguaje de señas internacional que es el que utilizan las personas sordas en reuniones internacionales y, de manera informal, cuando viajan y socializan. Este lenguaje internacional se considera una lengua pidgin, es decir, una lengua mixta creada a partir de una lengua determinada más otros elementos de otra u otras lenguas. En el caso de la lengua de señas internacional es menos compleja que la lengua naturales de señas y tiene un léxico limitado.
IAPPPS, un apoyo a la ciudadanía
En México existen diferentes instituciones que buscan contribuir a la educación de las personas sordas. Uno de ellos es el Instituto de Asistencia Psicopedagógica para las Personas Sordas, un grupo de individuos que buscan promover y contribuir a los procesos educativos y de salud mental de las niña, los niños y l@s jóvenes sordos y sordociegos del país para contribuir a su plena inclusión educativa y social mediante el uso de la Lengua de Señas Mexicana como lengua natural.
«Lo que queremos es que las familias sepan lengua de señas, que sepan que hay un idioma, una lengua que puede transmitir todo, todo el conocimiento, toda la cultura, que pueda ayudar a su hija, hijo, a desarrollarse. El objetivo es un poco apelar este problema de abismo que viven las personas sordas que se llama deprivación lingüística, es decir, que no acceden a una lengua cuando son bebés como el desarrollo del ser humano que habitualmente genera. Es decir, tú , yo, cualquiera, aprendió su propia lengua solo por estar inmerso en ella, solo por estar cercano a sus familiares a sus padres que usaron en este caso el español, pero los sordos cuando nacen en medio de familias donde no hablan la lengua de señas, mucha veces tardan mucho tiempo en aprender la lengua y esto conlleva dificultades en su desarrollo en todos los sentidos, tanto educativo, social, psicológico, afectivo, etcétera», explicó Daniel Díaz, creador y Director General de IAPPPS.
La Asamblea General de las Naciones Unidas establece que el acceso temprano a la lengua de señas y a los servicios en este lenguaje, incluida una educación de calidad en esa lengua, es vital para el crecimiento y el desarrollo de las personas sordas y decisivo para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible.
«Aquí hablamos justo del punto de la inclusión, es algo que ya de por sí está sentado en las bases de la Constitución y tenemos muchas leyes que lo amparan; sin embargo, no hay una educación para toda la población para que pueda utilizar la lengua de señas y pueda comunicarse. El principal uso sería derribar las barreras de comunicación, para permitir que las personas sordas puedan acceder a todos los servicios, puedan acceder a cualquier lugar y entonces la discapacidad no existiría, ni siquiera se hablaría de una discapacidad», comentó Cynthia Martínez, psicóloga y colaboradora del proyecto.
Asimismo, Martínez mencionó que algo vital para que el desarrollo y buen funcionamiento de la Lengua de Señas Mexicana tenga los logros esperados, el cambio debe de comenzar en la educación del país, pues ésta no es incluyente en todos los ámbitos.
«Hay un desequilibrio en esta parte de lo que se tiene que hacer y lo que realmente tenemos. Deberíamos de empezar a revisar qué es lo que hay para ver de dónde se parte y después hacer los ajustes correspondientes para que entonces pudiéramos tener una educación incluyente. Hablamos por ejemplo en este caso de cualquier idioma de poblaciones minoritarias, como la lengua de señas para las personas sordas, igual que para cualquier otra lengua indígena para las comunidades de habla indígena», explicó Cynthia Martínez.
En IAPPPS, saben perfecto que adaptarse a las circunstancias es la mejor manera de llevar a cabo un proyecto y sobre todo la educación. Y es así como a través de las redes sociales han demostrado que éstas pueden ser utilizadas para llevar información verídica a la gente y, asimismo, atreverse a conocer y aprender Lengua de Señas Mexicana.
«Actualmente la lengua de señas “está de moda”. Hay mucha gente que quiere aprender, que ve el recuadro del interprete en la televisión en los noticiarios y está deseosa de aprender, lo cual aplaudimos, pero al mismo tiempo han surgido un montón de espacios en redes sociales, en internet, en donde se hace difusión muchas veces equivocada de lo que es la lengua de señas. Lo que tratamos de hacer en este proyecto siempre ha sido dar información de la lengua de señas, que sea verídica, confiable y que parta desde la propia persona sorda, desde la comunidad que utiliza la lengua», comentó Daniel Díaz.
«Esta otra faceta de redes sociales nos han permitido justo dar a conocer este otro trabajo que es el que más no interesa, llegar directamente con la comunidad de personas sordas y sus familiares que requieren apoyo en los procesos educativos como de salud mental. Empezamos a ver lo útil que podría ser utilizar estas herramientas para hacer llegar la información a las personas», concluyó Díaz.