El documental del alemán Viktor Jakovleski capturó un universo casi surreal en Tultepec, donde la pirotecnia no es cosa de juego
Es probable que Pólvora y gloria sea la mejor película filmada sobre fuegos artificiales. El director alemán Viktor Jakovleski capturó un universo casi surreal en Tultepec, pues en este municipio del Estado de México la pirotecnia no es cosa de juego, es su modo de vida, es tradición, es cultura y casi una religión.
Amauri Sanabria, cartonero
«Yo creo que esto puede ser algo muy chido para que toda la gente vaya conociendo no solo la parte mala, sino que vean un poco más de la tradición. A mí lo que me gusto de Viktor es que quería integrar todo: cómo se va preparando el torito y cómo se juntan las familias para elaborarlo.»
Bajo la lente del cineasta la Feria Nacional de la Pirotecnia de Tultepec parece más una fiesta pagana. Las imágenes son dantescas y seductoras, recuerdan a Sodoma y Gomorra. Cientos de personas se arremolinan alrededor de lo que parecen ser ídolos cornados que despiden miles de luces a su paso.
El director juega con el ritmo de la película a veces es trepidante y otras, muestra imágenes en cámara lenta para que el espectador disfrute al máximo de su belleza. El filme activa los sentidos, casi se respira el olor a pólvora quemada; se vive la adrenalina.
Amauri Sanabria, cartonero
«Lo que hizo Viktor en la película sí fue capturar momentos clave de lo que sentimos nosotros al elaborar, al estar en días de la fiesta y durante la quema. Yo cuando la vi por primera vez la verdad se juntó todo y me solté a llorar. No pensé en realidad que fuera a transmitir tanto.»
Pólvora y Gloria no es una apología de la pirotecnia, pero sí busca mostrar la mejor cara de un lugar golpeado varias veces por la desgracia, además, deja registro de una tradición que lucha por mantenerse viva.