La escritora portuguesa emocionada y desde la distancia señaló que «un premio como éste te dice que tus libros van para los lectores y le da sentido al trabajo hecho»
Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- Esta mañana en video conferencia desde Guadalajara, que unió a los miembros del jurado, la galardonada y a medios de comunicación, fue entregado el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2020 a la escritora portuguesa Lídia Jorge (Boliqueime, Portugal, 1946). Debido a la pandemia, el jurado trabajó a la distancia y por unanimidad decidieron entregarle el premio dotado por 150 mil dólares a la escritora lusitana seleccionada ente 68 propuestas de 18 países, 55 autores de varios idiomas.
Anna Caballé, representante del jurado, leyó el acta que anuncia a la ganadora. Destacó que Lídia Jorge tiene una vida literaria marcada por la originalidad, que se refleja en los temas tratados en su obra como la adolescencia, la migración, el neocolonialismo y el lugar de la mujer en la actualidad. Lídia Jorge está considerada una de las principales autoras en lengua portuguesa, tiene obra narrativa, poética, ensayística y teatral. También ha escrito sobre la Historia de su país y de la Revolución de los claveles. En su obra está el decir literario y el decir pensante que le entregan un peso mayor a su obra, razones que han permitido que el jurado por unanimidad haya votado por ella.
Desde Portugal, la galardonada se sumó a una conferencia de prensa virtual que se pudo seguir a través de la cuenta de Facebook de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Ella, dijo que no suele contestar llamadas de números telefónicos que no conoce y por ello se le dificultó a las autoridades de la FIL poder avisarle. Se mostró muy emocionada.
«Un premio como éste te dice que tus libros van para los lectores y le da sentido al trabajo hecho porque la literatura es una revelación íntima, después pasa a un público que, si los lee y los ama, es un milagro. Estoy aquí muy feliz.»
Comenzó una sesión de preguntas y respuestas con los representantes de los medios enlazados, Mariño González, jefe del Departamento de prensa de la FIL, fue quien seleccionó y leyó las preguntas que respondió la autora. Aquí algunos instantes de sus respuestas.
¿Cómo surgen tus temas que son tan distintos y variados?
Provienen de la vida. Hay escritores que escriben desde los libros, desde la erudición, porque leen mucho y responden a otros escritores. También lo hago, mi escritura está cerca de los libros, pero está más cerca de la tierra, de la gente que veo, con la que he atravesado el cambio del mundo todos estos años. Mi país es muy particular, lo que trato de hacer es relatar una epopeya doméstica de mi país. Ese cambio que ha ocurrido entre un país que se creía un país imperial y era pobre. Todo eso ha sido tan fuerte para nuestra gente en los últimos cuarenta años, es imposible no hablar de otra cosa que de ese pueblo. Esta vida diaria, es escuchar a las mujeres, a los hombres, pero sobre todo a las mujeres porque son más vulnerables que los hombres. Por ello, mis ojos y oídos están más en ellas como un símbolo de la sociedad. De esa gente que se pregunta ¿por qué soy pobre? ¿por qué no comprendo mi presencia en esta vida?
¿Cómo es su relación con la literatura mexicana?
Cuando pienso en México pienso más en los muralistas, pero hay cuatro escritores que me han ayudado a entender un poco más lo que es México. Cuando leí Cien años de soledad me encantó, pero descubrí que antes de Gabriel García Márquez estaba Pedro Páramo. Aunque para entonces yo había leído mucha literatura rusa y francesa, cuando leí a Rulfo encontré que yo era libre para hablar de mis fantasías y de mi pueblo rural, entonces Rulfo se convirtió en algo muy importante para mí. También fue muy importante Carlos Fuentes, especialmente con una obra de crítica literaria, Geografía de la novela (FCE, 1993), así comprendí que la literatura es una estrella de tres puntas: una realista, en donde está la historia de los pueblos; otra punta es la psicológica colectiva; y la otra es la psicológica individual. La literatura nos da una lectura global de la humanidad. Después están dos poetas, Octavio Paz y José Emilio Pacheco, que han sido muy importantes para mí. Por supuesto que hay muchos más escritores mexicanos, pero estos que menciono son los escritores que más me han tocado y que muchas horas me han acompañado en mi mesa de noche de la recámara.
¿Qué es lo que cuestionan hoy las mujeres?
Cuestionan su papel cíclico, no cuestionan su papel en la maternidad. Hoy las mujeres han cambiado bastante a la sociedad, pero las mujeres quieren hacer la diferencia y hasta hoy hemos sido un prolongamiento de los poderes masculinos, muchas mujeres se mimetizan en los poderes masculinos. Muchas mujeres están en guerra permanente para alcanzar el primer lugar. Pero las mujeres tienen que alcanzar otro lugar, creo que tenemos el poder para crear una especie de Arca de la alianza, para que el planeta y la vida se salven.
¿Qué piensa de la literatura actual?
Me parece que hoy hay dos tendencias diferentes y complementarias. Hay escritores que quieren hablar de un punto de vista global sin tocar las diferencias entre los pueblos, sus historias transcurren como si todo fuera la 5a Avenida de Nueva York, y no se sabe de dónde son estos escritores. Comprendo que quieren que la escritura sea una sola cosa, un todo total. Pero a mí me gusta entender de dónde viene la escritura, cuál es el lenguaje que está antes y después de la escritura y cuáles son las diferencias para entender esa totalidad. La rivalidad hoy es de diferencias, todos pueden viajar hoy, pero cada uno viaja a cuestas con su mundo diferente y cree que es su propio mudo el más importante. La literatura nos dice «yo soy diferente», y esa diferencia me permite hablar de toda la humanidad. Pienso que colegas de mi generación en Portugal, han hablado de un pequeño país sin mucha importancia en la política internacional, pero hemos sido fieles en contar una narrativa de nuestro país y fieles a la lengua portuguesa. Hemos hecho una apuesta en la diferencia. Hoy me da una gran felicidad ver que hay autores portugueses en todo el mundo, a través de las traducciones y editores, han entendido que esos autores eran necesarios de traducir a otros idiomas.
¿Cuál es el significado de la literatura en nuestros tiempos de pandemia?
Hoy la literatura es un acto de resistencia indispensable. Hoy durante esta pandemia no tengo dudas que nosotros, que somos como una especie de secta numerosa y fuerte en el mundo, que cree en los libros y en la literatura, es fundamental. Hoy es necesario escribir y divulgar para hablar de nuevo en la literatura. Esta pandemia será una especie de tomar conciencia para regresar a la lectura silenciosa en la que tanto habla el alma. Por otro lado, perdí a mi madre en abril, por covid. Eso me ha hecho escribir tres libros, unos de ellos se llama Misericordia.
La pandemia ha afectado a las editoriales independientes a través de las cuales su obra es conocida en otros países, como México, ¿qué piensa al respecto?
Ahora hay que pensar mucho en el papel de los editores y en toda la cadena del libro. Tenemos que darnos cuenta que es un bien público y frágil. Si bien los libros son poderosos en su impacto en la humanidad, su cadena es más frágil. Se debe entender que hay que ayudar a toda la cadena del libro, subvencionarla para que sea fuerte en este momento. Las bibliotecas y la escuela deben de hacer un esfuerzo para que la gente entienda que la lectura, genera una salud en el alma.
¿Cómo enfrentar la herencia del colonialismo que Europa ha dejado en América Latina?
No es solamente en América Latina, en muchas partes del mundo el neocolonialismo ha generado es una especie de violencia. Vengo de una familia de colonialistas en África, pero no soy culpable, quiero hacer un futuro mejor, no prologar la injusticia. Ahora hay movimientos de neocolonialismo en todo el mundo. Hoy debemos combatir ese pasado y dejarlo en nuestra espalda, eso sería mejor para el futuro. Hay que comprender que hoy tenemos instituciones con gente que no quiere más repetir el pasado, buscamos hoy repartir la justicia y la riqueza. En el pasado la gente vivía de otra manera, todo se comprendía de una manera diferente.
¿Qué significa este premio para usted?
Es un premio muy importante, me siento muy feliz de pertenecer a una lista de autores y autoras cuyas obras y libros son tan importantes en tantas literaturas. Es un premio para las lenguas romance, que dicen son barrocas porque son lenguas metafóricas, eso significa que es un pensamiento diferente. Somos muy diferentes a los escritores en lengua anglosajona. Es un premio que comienza con la figura de Juan Rulfo, que abrió las ventanas a la imaginación. Es un premio que conjunta a Europa con América Latina. Agradezco al jurado que pensara que mis libros debían estar junto a los de los otros escritores que han ganado este premio.
Vengo de una tradición de escritores, de una generación, algunos más jóvenes, otros más mayores, que han entregado una literatura profunda, diferente, difícil tal vez, pero una literatura que no nos avergüenza. Estoy muy contenta y este premio es también para ellos.
Imagen de portada: João Pedro Marnoto / El Cultural