Una propuesta de publicación de artistas emergentes que explora las lindes desde la poesía, el cuento, el performance y el deseo de rebeldía
Ciudad de México (N22/Miguel V. González).- Por lo general, las editoriales consagradas en el mercado, o bien de trayectoria, no suelen arriesgarse en publicar autores desconocidos, que no han ganado algún premio literario o que no les asegure que sus ventas van a hacer que valga la pena la inversión del libro, principalmente, porque muchas de ellas ya cuentan con su selección de autores, que sí o sí les van a garantizar el éxito de ventas que buscan.
¿Cuántos autores jóvenes no han sido rechazados por estas editoriales? El mismo Roberto Bolaño nos cuenta en su poema “Mi carrera literaria” que fue rechazado, por lo menos, unas cinco veces antes de poder publicar su primera novela; sorpresivamente, hoy es uno de los autores más vendidos de Latinoamérica. Esto nos hace reformular nuestra pregunta inicial ¿cuántos autores sumamente talentosos han sido rechazados por estas editoriales?
A raíz de este constante cierre de puertas, han surgido muchísimas editoriales independientes —algunas mejor posicionadas que otras— con un solo objetivo: dar un espacio a todos esos escritores y poetas jóvenes que buscan, desesperadamente, un lugar para dar a conocer sus propuestas acerca de cómo concebir la literatura.
Una de ellas lleva el nombre de Súper Ediciones Prisma, fundada en 2017 por cinco jóvenes que, gracias a un enorme esfuerzo, han logrado mantenerse durante poco más de tres años; bastante tiempo, si contemplamos que, la mayoría de sus publicaciones, son pagadas con dinero de sus bolsillos, lo cual es sumamente difícil si careces de un empleo fijo y vives sumergido en el mundo del arte independiente, (cuentan los rumores que actualmente tienen un puesto de comida y ropa en la lagunilla con el que generan gran parte de sus ingresos).
Súper Ediciones Prisma surge como una necesidad de formar un colectivo que, a raíz de la literatura, la poesía y muchas más manifestaciones artísticas, se expresen un sinfín de emociones y vivencias de cada autor que ha formado parte del proyecto, en palabras de Jaime Tzompantzi, uno de sus miembros fundadores, la editorial busca «hacer libros explosivos ligados al imprevisible acto de vivir.»
Esto aunado a la idea de crear espacios y dar voz a un montón de escritores, poetas y artistas que, por una u otra razón, no han sido publicados en editoriales de trayectoria. No obstante, eso no les ha impedido expresar en las páginas de Prisma una gama de escritos que, lejos de las instituciones, representan una generación de poetas mexicanos e incluso latinoamericanos, que viven en carne propia el arte y todo lo que ello implica.
Algo que es importante destacar, es que Prisma no se queda sólo en la tinta y el papel. A través de videos, performance, plataformas digitales, exposiciones colectivas, recitales de poesía en diferentes puntos de la ciudad —recuerdo bien que uno de ellos fue un acto de protesta contra los abusos de los militares en un evento en Buenavista que buscaba reivindicar la imagen de éstos—, conciertos, y diversas actividades, la editorial se ha encargado, a su manera revoltosa, de transgredir todo lo que encuentra a su paso y, al mismo tiempo, experimentarlo todo, tal como quería Arthur Rimbaud.
Basta con ver los materiales, las portadas e incluso los títulos de unos cuantos de sus libros impresos para cargarse de la energía de rebeldía que rodea toda la editorial.
Encontramos, por ejemplo, Limonada: Colección de Secretos Cítricos, el cual fue editado bajo una convocatoria que llamó a las mentes creadoras de internet a enviar sus propuestas de ilustración, poesía, cuento, ensayo o cualquier otra manifestación artística, con la intención de recrear el origen de la bebida a partir de las experiencias que cada autor ha tenido en torno a ella.
Fue sumamente inesperado la increíble recepción que tuvo su convocatoria. En el pequeño libro, de no más de cincuenta páginas, encontramos un montón de artistas mexicanos y de latinoamérica que unieron sus voces para contar, desde sus experiencias, un montón de historias que van desde vivencias sumamente personales hasta ideas descabelladas, unidas, únicamente, por el tema de la limonada.
Con este librito, Prisma nos deja en claro su modo de concebir el arte; ya que para ellos, cualquier cosa puede ser transformada en algo artístico. ¿Cuántas editoriales se atreven a arriesgarlo todo por un tema que, para muchos, no podría ser artístico?
Algunos de sus otras publicaciones son: El nuevo estorbo de Girasol Caricatura; Tu artista favorito estaba sonando cuando llevé a reparar la máquina de escribir que me diste cuando rompimos, Augusto Sonrics; Pero eso tú ya lo sabía, de Pablo Roble Gastélum; Fantasmophilia de Alceo Narval, Jaime Tzompantzi, Isidoro Narval, Telmex Cruz, Aladín Prix, Julián Gasper e Issa Narval; Isla de Encantos de Xristo Delmar, Marina Camargo y Alceo Narval; Demasiado sol está noche (coedición con Perniciosa Editorial, Argentina; 01 800 nausea– Anuario; La leche no es para jugar, Axcel Bremurio, Calígula, Nancy Niño Feo; y …El canto de un ángel mecánico… de Akechi Mitsunari.
Entre sus nuevos proyectos, destaca una iniciativa de videopoemas denominada Súper Acuario Prisma. En los videos poemas podemos apreciar a autores que han publicado en la editorial recitando uno de sus poemas, mientras realizan alguna actividad que más les gusta. Hasta el momento han publicado Kikirikí y A , El renacer del Canibalismo de Kya y La isla que es mi vida y que tiene por destino el derrumbe de Nancy Niño feo.
Asimismo, durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus, la editorial presentó una serie de poesía en línea llamada Eclosión, la cual permitió a los espectadores acercarse a la poesía de diversos autores jóvenes de latinoamérica y conocer sus escritos realizados durante la cuarentena.
Cabe destacar que sus lecturas de poesía van desde leer en plataformas de internet hasta en casas embrujadas y, por su puesto, en forma de protesta como en aquella ocasión que leyeron frente a militares un discurso de Guadalupe Vázquez Sánchez, incluso, la presentación de su primer libro, fue realizada en la casa del tio chueco en Six Flags.
Además, fueron acreedores de la beca Colectivos Culturales Comunitarios, con la cual pudieron impartir diversos talleres de creación literaria y artística así como financiar muchos de los proyectos que presentaron a lo largo del 2019.
Actualmente, la plantilla de Súper Ediciones Prisma está conformada por Jaime Tzompantzi, Nancy NiñoFeo, Dámaris Cuevas, Mariana Camargo, Maribel Pacheco y Mario Alberto Bravo.
Imagen de portada: El nuevo estorbo – Girasol caricatura | Tomada del Facebook de la editorial