Los Institutos de Astronomía y Física de la UNAM participaron en el diseño, fabricación e instalación de la Torre-Plataforma de Mantenimiento de este artefacto
Ciudad de México (N22/ Karen Rivera).- Si los ojos de los seres humanos fueran ultra sensibles, ¿te imaginas cómo sería el espectáculo que veríamos en el cielo de noche? Quizá sería uno orquestado por miles de partículas de rayos gamma que atravesarían la atmósfera cada segundo y que formarían una cascada azul similar a los fuegos artificiales.
Sin embargo, la única manera de observar este fenómeno lumínico es con instrumentos especiales, uno de ellos es el prototipo de telescopio Schwarzschild-Couder, puesto en marcha en 2019, en el Centro de Astrofísica de Harvard.
«Este nuevo prototipo busca ser más rápido, más eficiente, y al final, […] a nosotros lo que nos tocó fue hacer la torre y servicio para que funcione el telescopio. Por una parte está el telescopio, es mediano, tiene una altura de 23 metros aproximadamente, una distancia entre espejos de seis metros y para darnos una idea lo que sería el espejo primario tiene 48 paneles de espejo esféricos y luego el espejo secundario tiene alrededor de 24. Toda esta estructura que pesa 80 toneladas, en medio de los dos espejos tiene los instrumentos con los que vamos a poder captar los rayos que vienen del espacio», mencionó en entrevista Jaime Ruiz, jefe del Taller Mecánico de Precisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El lugar donde se encuentran estos instrumentos es la torre diseñada y fabricada por los mexicanos. En su elaboración participaron investigadores del Instituto de Física y Astronomía de la UNAM desde el 2016. Su estructura se compone de un área de trabajo que mide aproximadamente cuatro metros cuadrados y cuenta con una plataforma para llegar a ambos espejos. Además, con ella se puede acceder de forma segura a la cámara de registro.
«Para este primer prototipo los requerimientos eran más de que encajaran, era que soportara el peso requerido de gente trabajando ahí. Soporta a seis personas con equipo de trabajo, la parte de abajo funcionará para almacenar, va a tener wifi, aire acondicionado, y todos los sistemas de control y compresores», explicó.
Los rayos gamma son un estallido brillante de luz que se pueden generar durante la formación de un agujero negro, no atraviesan la atmósfera terrestre por lo que es difícil estudiarlos, lo que ingresa a la Tierra son sus partículas que generan un brillo azulado llamado Luz Cherenkov, duran millonésimas de segundo y son invisibles a simple vista. La función del telescopio es detectar aquello que los ojos no pueden ver.
«Este gran descubrimiento de rayos gamma de la Nebulosa del Cangrejo fue lo que dio pauta a todo esto, el que un instrumento empiece a dar o a arrojar datos importantes y se de vanguardia nos da más terreno. A nivel personal es muy gratificante, es muy gratificante que podemos hacer cosas de calidad, tenemos toda la capacidad, la industria, el nivel y la altura para estar en este tipo de proyectos internacionales», concluyó Jaime Ruiz.