Se sabe que los seres humanos poseemos doce tipos de memoria y que los recuerdos cambian según la persona que los vive
Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- ¿Cuántos tipos de memoria tenemos los seres humanos? ¿Cómo se almacenan y registran nuestros recuerdos? Estudios científicos aseguran que tenemos doce tipos de memorias y que los recuerdos en nuestro cerebro no son archivos que se guardan como fotografías, sufren cambios según las personas que los viven. El neurólogo francés Lionel Naccache, experto en neurociencia cognitiva, nos explica las diferentes dinámicas de memorización.
¿Cómo se puede definir la memoria?
Inicialmente la memoria a la que nos referimos, a partir de una definición psicológica, diremos que la memoria es la capacidad de grabar, almacenar y recuperar las experiencias que hemos vivido. Esa es una definición. Y lo que se ha descubierto gracias a las investigaciones del cerebro es que, en lugar de hablar de una sola memoria, se tendría que hablar de las memorias; actualmente se considera que hay cerca de una docena de memorias diferentes que coexisten.
A través de las neuronas el cerebro organiza la información que recibe del exterior y la representa, la memoria funciona como un acto creativo, debido a que los recuerdos se reconstruyen cada vez que se piensa en ellos. Cada uno de los tipos de memoria se asocia con estructuras neuronales específicas. Un ejemplo, es la memoria consciente de nuestra vida pasada, mejor conocida como memoria episódica, su papel es almacenar la información autobiográfica y son sólo aquellos eventos experimentados de forma personal.
Se estima que 10 mil millones de células nerviosas conforman la corteza, involucradas en procesos como la percepción, la imaginación, el juicio y la decisión.
“Ahora hay también una memoria que se llama memoria semántica. Por ejemplo, si yo le pregunto ¿en qué año fue la Independencia de México? Usted podría o no saberlo, podría decírmelo. Si yo le pregunto, ¿cuándo aprendió eso?, seguramente no lo recordará, porque se da el caso de que la memoria semántica es cuando se aprenden las cosas de manera consciente, pero seguidamente se pierde el episodio, la memoria del episodio de cuándo se ha adquirido este aprendizaje y simplemente se guarda el aprendizaje. Se llama a eso la somatización.”
Otra de las categorías es la memoria procedimental, y es la que participa en el recuerdo de las habilidades motoras y ejecutivas, por ejemplo, tocar un violín o aprender a conducir un automóvil.
“Hay pacientes que desafortunadamente no se acuerdan de lo que han realizado en el día, pero tienen una memoria procedimental normal y pueden aprender algo nuevo sin saberlo. A la inversa hay enfermedades neurológicas en las que la persona ya no puede aprender a través de la memoria procedimental, pero se acuerdan bien de lo que han hecho en el día.”
También existe la memoria por condicionamiento, aquella que depende de un estímulo nocivo o beneficioso; así como la memoria perceptiva, visual auditiva, cinestésica, olfativa y gustativa. Actualmente existen descubrimientos importantes sobre las áreas cerebrales que intervienen en el almacenamiento de los recuerdos, como el que realizaron los ganadores del Nobel de Medicina, en 2014, May-Britt y Edvard Moser quienes trazaron conexiones celulares en el hipocampo.
“Y descubrieron que hay una doble vida del hipocampo, que el hipocampo no es solamente para la memoria, sino también sirve para la navegación espacial, es, digamos, como un GPS cerebral y para mí uno de los grandes descubrimientos es que se ha descubierto que la memoria consciente de nuestra vida está impresa y brincada en un trayecto espacial. Dicho de otra manera, para recordar nuestras vidas se utiliza como referencia el espacio, aquellos donde hemos estado, cuando hemos vivido lo que hemos vivido y que la memoria consciente está verdaderamente instalada en el constructo entre la memoria y la orientación en el espacio, ese es un gran descubrimiento.”
Los estudios del cerebro han permitido comprender el funcionamiento de la vida mental, Lionel Naccache también propone ejercitar la memoria del futuro, y es aquella que se refiere a nuestra capacidad de proyección.