Del homo sapiens al homo fotograficus

Aunque hoy todos tomamos fotografías, dice el fotógrafo catalán Joan Fontcuberta, aún hay grados de excelencia que permiten cierta jerarquía de valor

 

Ciudad de México (N22/Perla Velázquez).- Estamos resistiendo a una etapa en la que el autor es suplido por el usuario. Estamos en un periodo en el que la mayor cantidad de imágenes están siendo fabricadas, producidas, por usuarios sin una voluntad de autoridad, es decir, con una simple instrumentalización de la imagen como sistema de comunicación”, estas palabras pertenecen al artista, ensayista y crítico catalán Joan Fontcuberta.

Toda fotografía es una ficción que se presenta como verdadera, dice Fontcuberta, a quien le interesa saber por qué existen las imágenes, de qué nos sirven, cómo las utilizamos y qué papel juegan éstas en nuestra vida.

“Para mí, el mundo de la imagen ya no es un mediador entre nosotros y la realidad, sino que se constituye como un espacio en el que discurre, muy buena parte de nuestra vida. Como usted acaba de mencionar, vivimos en la imagen y prácticamente todas las cosas importantes de nuestra vida discurren en la imagen: las relaciones personales, la política, la economía, los conflictos, la violencia, todo eso se reduce a imagen.”

Durante las primeras décadas de trabajo, Fontcuberta desarrolló la idea de que la fotografía mostraba la verdad de una realidad. Pero con el paso del tiempo hubo una transición hacia la postfotografía que, de acuerdo al también crítico, “lo que está haciendo es abrir un panorama, un atlas de posibles utilizaciones de la imagen. De forma que si antes la fotografía se reducía a hacer como un reducto de la verdad y la memoria hoy esos valores tienen que compartir el pastel con muchas otras funcionalidades, ¿no? La conectividad, la comunicación, los gestos celebratorios, la introspección, es decir, la fotografía hoy ya no es solo una escritura que es competencia de especialistas, sino que se ha convertido en un lenguaje universal que todos utilizamos de una manera natural y espontánea.”

Al servicio de las imágenes en la era [post] digital

“Hoy todos tomamos fotografías. Las fotografías no tienen coste y los sistemas de captación de imágenes, dotados de inteligencia artificial, descartan el requerimiento de una destreza o de un aprendizaje como sucedía antes. Por lo tanto, no cuesta nada y no hace falta un tipo de conocimiento, todo mundo se convierte en homo-fotográficos, un animal fotográfico, es decir, después del homo sapiens llega el homo fotograficus. […] Todos los que estamos aquí seguramente tenemos una cámara en el bolsillo y la utilizamos para efectos fundamentales de nuestra actividad, de nuestra vida […] esas imágenes que hacemos son como las palabras que decimos, todo el mundo utiliza palabras, pero no todo mundo las utiliza con la misma habilidad o el mismo talento. Aunque todos sepamos escribir no todos recibimos el Premio Nobel, hay unos grados de excelencia que aún permiten una cierta jerarquía de valor.”

 

Imagen:  Iván Istochnikov (Joan Fontcuberta).