Las cactáceas de México, de 1973, puede ser considerada la publicación más significativa de Bravo
Ciudad de México (N22/Redacción). – Helia Bravo Hollis fue considerada “la reina de las cactáceas” y fue fundadora del Jardín Botánico de la UNAM. El motivo por el que la recordamos es el aniversario de su nacimiento, el 30 de septiembre de 1901.
Bravo fue la primera bióloga mexicana, aunque, cuando estudió no existía la carrera, era una combinación de enseñanza en la Escuela Nacional de Medicina y en la de Altos Estudios. En 1929, dos años después de que se tituló, le fue encomendada una misión: formar el herbario y el estudio de las cactáceas de México que terminó en 1931, fecha en que se graduó como maestra en Ciencias Biológicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
En 1951, fue designada presidenta de la Sociedad Mexicana de Cactología (recién fundada) y también fue parte decisiva de la revista Cactáceas y Suculentas Mexicanas, que publicó su primer número en junio de 1955.
Centenares de especies de cactáceas han sido nombradas en honor de la doctora Bravo; por ejemplo, Ariocarpus bravoanus, Opuntia heliae, Opuntia bravoanus, Mammillaria hahniana ssp. Bravoae.
A pesar de ser considerada una autoridad en el campo, alguna vez declaró “a pesar de todo, creo que mi trabajo dejó mucho que desear, pues el conocimiento de las cactáceas no está acabado, siempre se está haciendo. Es una familia en la que la sistemática siempre se está moviendo. Tenemos que encontrar un método bioquímico que nos ayude a interpretar la morfología”.
Dentro de su obra publicada se encuentran 170 artículos, dos libros, 60 clasificaciones científicas y 59 revisiones de nomenclatura; entre los reconocimientos que recibió están el doctorado Honoris causa y un Premio Investigador Emérito en la UNAM y el Cactus d’Or de la Organización Internacional de Suculentas.
Ayer, en el aniversario de su nacimiento, Google dedicó el doodle en su honor, que también nos recordó que murió un 26 de septiembre de 2001.