En Cuaderno de faros, libro de reciente manufactura, Jazmina Barrera reúne una serie de ensayos que abordan el coleccionismo, sus límites y su fascinación por esta torre guía
Ciudad de México (N22/Ana León).- Jazmina Barrera (Ciudad de México, 1988) colecciona faros. Recorre horas por carretera y atraviesa océanos para llegar a la costa y hacer una fotografía mental de la estructura. Antes y después del encuentro con aquel cíclope imperturbable hay lecturas, charlas, mapas, búsquedas, la planeación de un viaje, la complicidad con amigos, las estadías en hoteles y casas de conocidos, charlas con extraños, comidas, recuerdos de la infancia y de la adolescencia y un sin fin de experiencias que rodean a la Jazmina coleccionista. Diríamos entonces que Jazmina Barrera colecciona recuerdos de viajes para conocer faros, recuerdos que dan forma a su Cuaderno de faros, libro publicado por el Fondo Editorial Tierra Adentro que reúne una serie de ensayos íntimos y a la vez informativos en los que, la también cofundadora de Editorial Antílope, materializa esa colección inasible.
La lectura de To the Lighthouse (Al faro, 1927), de Virginia Woolf y un viaje a Oregon al faro Yaquina Head, muchos años atrás, marcan el punto de partida de esta colección, “la verdad es que fue hace tanto que ya no recuerdo muy bien si era coincidencia o si dije ‘voy a ir a un faro, quiero leer To the Lighthouse”, comenta entre risas la escritora en una entrevista con Agencia N22. Lo que inició con el ánimo de una crónica de aquel viaje y de la lectura de ese libro, poco más de diez años atrás, se convirtió en una fascinación por el tema “los faros en todas sus dimensiones: la literatura de faros, la historia de los faros, el funcionamiento de los faros…”.
La escritura inició en México, mientras estaba en la Fundación para las Letras Mexicanas y concluyó en Nueva York, cuando la escritora realizaba una maestría, razón por la cual la mayoría de los faros que integran este Cuaderno de faros –ocho– se localizan en aquella ciudad. Poco más de dos años y medio le llevó dar forma a estos textos que a manera de gabinete de curiosidades nos arrojan hallazgos, nombres, personajes y datos duros de todo lo que rodea a la estructura en sí, “nos atrae la imagen de los faros y eso es en realidad lo único que podemos retener de ellos: su forma y su imagen. Coleccionar faros per se, es una utopía”, escribe en el primero de estos ensayos.
“El coleccionismo es todo un universo” y este libro nos muestra un pequeño fragmento de ese universo que como bien señala la escritora “podría seguir escribiendo para siempre”, pero ¿en dónde termina o cuándo termina una colección?: “depende de la colección, pues en el mundo material y consumista en el que vivimos hay colecciones finitas, por ejemplo una serie de juguetes, pero hay muchísimas colecciones que son infinitas, en las que uno va determinando hasta qué punto el satisfacer el deseo crea un nuevo deseo, y a la vez ese deseo da sentido y da dirección y da impulso y energía, pero también frustración y angustia: es un arma de doble filo.”
Tan terrible como entrañable puede ser la personalidad del coleccionista, pero nuestra autora se ve a sí misma como una mala coleccionista pues en algún punto decidió abandonar esta colección y aunque considera que este es un acto de cobardía, se requiere de cierto valor para poner un punto final a nuestras obsesiones. Cuaderno de faros no sólo es un libro sobre coleccionar faros, es también un diario de viaje, de sentimientos, de lecturas, de estados de ánimo, una guía y es que “contra el desorden de la vida no hay nada como disfrazar de proyecto una simple idea fija”, escribe Marcelo Cohen.
Coleccionar es una forma, también, de dar sentido a la realidad, un orden “creo que la colección es un poco lo que hace la vida, muchas de las acciones de los seres humanos es buscar orden dentro del caos, buscar una dirección, buscar un sentido, que es totalmente arbitrario y a veces inútil, una tarea imposible y una causa perdida, también, porque la entropía siempre gana, el caos siempre le gana al orden y por eso me parece tan hermoso, también porque es tan fútil.”
El libro que “podría seguir escribiendo para siempre”, será presentado el 14 de julio en Centro Horizontal por César Tejeda, Aurelia Cortés y Tania Tagle. La cita es a las 19 horas.
Imagen: Cortesía de la autora