Jordi Gracia desmitifica a Cervantes con «La conquista de la ironía»

  • “Se
    trata de recuperar fundamentalmente a la figura humana a partir del escritor,
    no a partir del mito, no a partir del icono, no a partir de la leyenda, no a
    partir del héroe, sino al escritor, como sujeto humano real”.

Por Huemanzin Rodríguez
Guanajuato,
21/10/16, (N22).- Jordi Gracia es un catedrático catalán que ha escrito varias
investigaciones sobre la historia de la intelectualidad. Uno de sus más
recientes libros es la biografía de Miguel de Cervantes Saavedra, titulado La conquista de la ironía. Gracia fue
invitado al Festival Internacional Cervantino para dar una conferencia
magistral.
¿Qué te ha parecido venir
a Guanajuato para hablar de Cervantes?
He
estado encantado de llegar aquí, he quedado francamente impresionado de la
diversidad, la originalidad y hasta la heterodoxia de los distintos actos y me
ha parecido ejemplar, sobre todo viniendo de España donde no podemos decir lo
mismo a propósito de las celebraciones oficiales, de estos 400 años de muerte
de Cervantes.
¿Qué se puede decir aún
de Cervantes?
Se
puede aplicar un punto de vista de 2016, de una persona de 50 años y que trata
de volver a leer a Cervantes desde la plenitud con la que se lee la literatura,
y con la voluntad de empaparse y de reconocer al sujeto detrás de la obra. Sin
creer que es el icono de España, sin imaginar que es la figura mítica de no sé
quién, dejándolo lo más despojado posible de la cantidad de significados,
mitificaciones y de turbaciones que le han caído encima.
Se
trata de recuperar fundamentalmente a la figura humana a partir del escritor,
no a partir del mito, no a partir del icono, no a partir de la leyenda, no a
partir del héroe, sino al escritor, como sujeto humano real.
¿Qué detalles de su vida
te parecen importantes para entender su obra?
La
capacidad para reeducarse a sí mismo, en la madurez sin desengaño
entristecedor, melancólico. Como si esa reeducación fuera un estímulo más para
ser feliz. Para mantener la vitalidad, para ser contagiosamente alegre. Y esa
me parece una conquista no sólo de la ironía, sino de casi de una forma de
vivir.
¿Crees que en su tiempo
Cervantes se tomaba tan en serio como nosotros hoy lo consideramos?
La
verdad que sí, me temo que sí. Fue muy celoso de su nombre literario, era un
hombre orgulloso de su obra y consciente del talento que había en su obra. Y
por eso insiste varias veces en recordar que es el primero en novelar en español
con las Novelas ejemplares
Escribe
un libro entero que es prácticamente una reivindicación, El Viaje del Parnaso es una obra en verso que es una especie de
farsa grotesca, cuyo último fin es auto reivindicarse como escritor. 
Porque
para la academia, la gente importante de la cultura de su tiempo, El Quijote era un libro cómico, y un
libro cómico no es literatura de calidad. Ese es el primer invento potente de
Cervantes, la primera aportación sustancial es hacer reconocer a los demás que
la literatura de humor, la literatura cómica es también gran literatura.
¿Los autores tienen
biografía?
Claro
que tienen biografía. Otra cosa es averiguar si la biografía es o no más rica,
más simpática o menos, pero por supuesto que tienen biografía, cosa distinta es
si aprendemos o no a leer cómo está presente su biografía en su obra literaria.
Porque habitualmente hacemos lecturas muy mecánicas, muy simplificadoras, muy
banales y eso trivializa el modo en que grandes escritores utilizan su
experiencia real para hacer obra de ficción, o incluso autobiográfica, que
también puede ser. Y Cervantes es un caso clarísimo de uso de la experiencia
propia muy bien meditada y sin amargura en su obra de ficción.
Yo lo digo más en el
sentido de Proust, donde no importa lo que el escritor haya vivido, la obra
habla por sí misma.
Es
que no existe una tipología de autor determinada, podríamos acordarnos de Madame Bovary y Flaubert quien dice, Madame Bovary soy yo. Y tiene toda la
razón del mundo ¿cómo no va a ser él? Los modos de ejercer la obra de ficción
son tan diversos que en unos autores la biografía es perfectamente prescindible
y en otros probablemente es indispensable. En el caso de Cervantes soy de los
que cree que es importante, sobre todo para conjeturar cómo se le ocurre ir
ensayando géneros, modalidades, tentativas literarias hasta cuajar una cosa tan
extravagante, como he dicho antes, como El
Quijote
.
Al momento de leer tu libro,
pareciera que Cervantes pudo haber sido personaje de sí mismo.
La
primera mitad de su vida hasta los treinta y tantos es la de un aventurero, un
soldado,  sobre todo la parte de Argel.
Una de las cosas más inconcebibles es que no hay una producción española en los
últimos 50 años con la biografía de Cervantes, ya entiendo que la segunda mitad
en muy difícil de hacer porque básicamente, como decía su hermana: es un señor
que escribe y tiene negocios. Y es verdad. Sólo escribe hasta el final de su
vida en los cincuenta y tantos. ¡Claro que el resto de su vida es impresionante
en términos de producción cinematográfica! Daría algo de juego, diría yo.
Milan Kundera decía de
Shakespeare, Cervantes y Galileo son los creadores de la modernidad. ¿Qué dices
tú?
Lo
suscribo sin vacilación. Agregaría Montaigne. Es coetáneo de Cervantes. En 1580
aparecen los ensayos que son en cierto modo la cara reflexiva y meditativa a
través de un invento que se llama Ensayo, de lo que está haciendo Cervantes,
con otro invento que es la novela moderna, a través de la ficción. Por lo tanto
son caras complementarias y dos caras de la Modernidad.
¿Qué leíste tú para
escribir la biografía? A veces los autores y sus obras han sido utilizados y
usados para otros objetivos, nacionalistas o de estatus literario. Y pienso en
vacas sagradas como Unamuno, Ortega y Gasset…
Una
parte del propósito es despojarlos de todo aquello que les ha caído encima. En
el fondo es tratar de separarse un poco del peso deformador, aunque sea de
buena fe, que a menudo los Cervantistas o los Orteguianos han hecho caer sobre
las figuras de cada uno de ellos.
En
el caso de Ortega me parece que hay un creador y un intelectual, vivacísimo,
divertidísimo, encendido, contagioso que no tiene que ver con el habitual
Ortega de La España invertebrada, de La rebelión de las masas, de las
reflexiones patrióticas. Tiene un interés, pero a mí me parece que hay muchas
otras cosas con interés en  Ortega.
En
el caso de Cervantes, se trata de recuperar fundamentalmente a la figura humana
a partir del escritor, no a partir del mito, no a partir del icono, no a partir
de la leyenda, no a partir del héroe, sino al escritor, como sujeto humano
real.
Tratar
de acercarse lo más posible a la vida cotidiana, por eso utilizo la metáfora de
la cámara subjetiva para que intentemos ponernos en ese punto de vista.
¿Cervantes un clásico
poco leído?
Se
le lee menos de lo que seguramente nos gustaría, pero al mismo tiempo nunca ha
estado olvidado, no sólo en España, sino es ningún sitio. Y decir eso
Guanajuato es más que obvio. 
No
ha sido un autor que haya caído nunca en ningún tipo de abandono, desidia o de
maltrato. Por lo tanto en el caso de Cervantes hay algo particularmente
significativo, en 400 años no ha desaparecido de las listas de placer, no de
canon, o de lecturas obligatorias, de las listas de placer de los lectores
contemporáneos, eso te habla de la vitalidad de ese libro.
Esa España que nos cuenta
Cervantes en La cueva de Salamanca,
el Retablo de las Maravillas, Numancia,
es una España muy dura y ruda. Y no me parece tan lejana a la España y el
México de hoy.
Cervantes
también escribió otras importantes, no excelsas como el Quijote, pero al igual
que en la afamada novela el Manco de Lepanto, siempre hizo una crítica a las
costumbres y las formas de la España ruda y dura de su tiempo que no parece
distinta a la actualidad que vivimos en muchos países.
Por
ejemplo, una de las obras que reconocemos de inmediato es La bestia humana, donde están sus comportamientos, sus
mezquindades, pero también sus alegrías, su festividad, la capacidad de ser
feliz dentro de la adversidad, los modos de rumiar y digerir la experiencia
personal, y de ahí que una de las gracias de Cervantes tenga que ver con esa
capacidad de recrear verosímilmente, creíblemente, ambientes sociales con
pequeñísimos detalles.
La
mitad de las razones de esa modernidad y ese respeto a la libertad personal
están en El Quijote, fraguadas como
novela de ficción y además entretenida, sin sermón, sin predicación, sin dar
moralejas cada dos por tres.
¿El carnaval de Mijail
Bajtin?
Lo
carnavalesco que forma parte de su propio tiempo, es una de las vertientes de
la celebración vital que utiliza Cervantes, pero también está la golfería, pero
también los chorizos, los ladrones, los pillastres, los embusteros, los jueces
tramposos, los eclesiásticos que hablan sin saber de lo que hablan porque no
tienen experiencia vital para dar enseñanzas a nadie y de eso se burla el
propio Cervantes. Por tanto, lo carnavalesco pero muchas más cosas que forman
parte de la experiencia empírica del propio Cervantes.
¿Vivimos en Barataria?

Cervantes
yo creo que alucinaría el nivel del progreso en el respeto a las condiciones
humanas, las individuales y las libertades personales que ha conquistado
occidente. Digo occidente en términos de una construcción de un deber
civilizatorio. Alucinaría. Y estaría contentísimo. Y nosotros le diríamos: Pues
la mitad de las causas te las inventaste tú en El Quijote.  
La mitad de las
razones de esa modernidad y ese respeto a la libertad personal están en el
Quijote, fraguadas como novela de ficción y además entretenida, sin sermón, sin
predicación, sin dar moralejas cada dos por tres. 
Imagen: Cortesía FIC
16AM

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