- La escritora inauguró el Coloquio Cervantino Internacional que por primera vez se lleva a cabo como parte del FIC 2016
Por Karen Rivera
El Manco de Lepanto acompañó desde la infancia a Margo Glantz. Lo leía gracias a los ejemplares que tenía a su alcance en la biblioteca de su padre. Así Glantz, la lectora del Ingenioso Hidalgo. Don Quijote de la Mancha, de El cerco de Numancia, de Los trabajos de Persiles y Sigismunda recibió la Presea Cervantina que otorga el Coloquio Cervantino Internacional, en su vigésimo sexta edición. Reconocimiento que dedica a Ignacio Padilla y a Margit Frenk.
«Ellos eran más cervantistas que yo, que soy una buena lectora de Cervantes, pero no soy una cervantista como ellos son, como fue Nacho o como es siempre Margit. He trabajado Cervantes, lo he leído mucho, pero no soy Cervantista o especialista, soy especialista en Sor Juana Calderón, pero no en Cervantes», mencionó Margo Glantz.
La escritora inauguró el Coloquio Cervantino Internacional que por primera vez se lleva a cabo como parte del FIC 2016, con la cátedra “Cuerpos contra cuerpos en el Quijote”.
«Lo primero que me salta a mí en los textos, es que los cuerpos están constantemente heridos y que el cuerpo de Cervantes es totalmente enmarcado por la guerra, por el hambre, por las extremidades, por las andaduras, por los campos que recorrió, etcétera. Un hombre que vivió en la pobreza, que vivió cosas muy difíciles, que estuvo en la cárcel muchas veces. Entonces evidentemente eso de alguna manera se traslada de un modo autobiográfico, pero tiene elementos parecidos a los que sucede con el quijote y recorre trayectorias larguísimas en España y que siempre está recibiendo golpes y a mí lo que me parece importante es ver cómo ese cuerpo recibe los golpes», finalizó.
Imagen: FIC
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