- “Tamayo fue un hombre sumamente sofisticado. Tenía una inteligencia muy exquisita, con una inteligencia muy abierta al conocimiento universal. Sin embargo, yo creo que por su manera personal de ser, muy reservado con la palabra, no se pudo conocer tanto».
Por Víctor Gaspar
Ciudad de México, 22/06/16, (N22).- A cinco lustros de su deceso, Rufino Tamayo
fue recordado con un conversatorio titulado «Entre el arte y la filantropía» en
el Palacio de Bellas Artes. Tamayo abrazó el primitivismo, tema que expuso la
profesora Ana María Torres.
“Desde sus primeras obras podemos observar
un alejamiento y un despego de lo académico y lo clásico, incorporando nuevos
elementos formales como el color y la alteración formal, que fue algo que le
interesó mucho a Tamayo, no copiar exactamente la naturaleza sino tratar de
incorporar esta parte poética e imaginativa”, comentó Ana María Torres,
profesora de la Universidad Iberoamericana.
un alejamiento y un despego de lo académico y lo clásico, incorporando nuevos
elementos formales como el color y la alteración formal, que fue algo que le
interesó mucho a Tamayo, no copiar exactamente la naturaleza sino tratar de
incorporar esta parte poética e imaginativa”, comentó Ana María Torres,
profesora de la Universidad Iberoamericana.
En opinión de la crítica de arte Ingrid Suckaer, la vida y
obra de Tamayo, merecen más difusión:
obra de Tamayo, merecen más difusión:
“Tamayo fue un hombre sumamente
sofisticado. Tenía una inteligencia muy exquisita, con una inteligencia muy
abierta al conocimiento universal. Sin
embargo, yo creo que por su manera personal de ser, muy reservado con la
palabra, no se pudo conocer tanto. Pero sí fue un hombre que tuvo ese
conocimiento de astronomía, tuvo conocimiento del mundo prehispánico”.
sofisticado. Tenía una inteligencia muy exquisita, con una inteligencia muy
abierta al conocimiento universal. Sin
embargo, yo creo que por su manera personal de ser, muy reservado con la
palabra, no se pudo conocer tanto. Pero sí fue un hombre que tuvo ese
conocimiento de astronomía, tuvo conocimiento del mundo prehispánico”.
Para Juan Carlos Pereda, subdirector de colecciones del Museo Tamayo, «Rufino tiene una estética con una raíces
profundísimas en lo prehispánico. Luego después incorpora lo popular que es, en
su decir, el pueblo es el que había heredado todo ese talento de los pueblos
prehispánicos. Y luego lo pone en diálogo con las vanguardias internacionales.
Entonces logra un lenguaje único, un lenguaje vigente”.
profundísimas en lo prehispánico. Luego después incorpora lo popular que es, en
su decir, el pueblo es el que había heredado todo ese talento de los pueblos
prehispánicos. Y luego lo pone en diálogo con las vanguardias internacionales.
Entonces logra un lenguaje único, un lenguaje vigente”.
Imagen:http://bit.ly/28RwWr0
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